En una curiosa carambola política, una iniciativa parlamentaria presentada por el PP para garantizar el derecho de las familias a elegir la asignatura de Religión para sus hijos acabó convirtiéndose en un respaldo mayoritario de la Cámara vasca a una «escuela pública laica». Ocurrió en el pleno ordinario celebrado ayer, durante el debate de moción presentada por Iñaki Oyarzábal que fue rechazada pero que sirvió para que PSE y EH Bildu aprovecharan la ocasión para defender la salida de esta materia del curriculum obligatorio. Finalmente, la única propuesta que salió adelante fue el primer punto de una enmienda a la totalidad presentada por la coalición soberanista, con el que el Parlamento Vasco insta al Gobierno a «trabajar por una escuela pública laica». En la presentación de su iniciativa, Oyarzábal denunció que, además de las campañas que se repiten año tras año por sindicatos o asociaciones de padres para «condicionar la voluntad de las familias», hay centros que «comunican directamente a las familias la imposibilidad de cursar estas enseñanzas». En su exposición citó ejemplos concretos de diversos colegios públicos vascos donde «no se oferta la asignatura y en la hora que correspondería a Religión los alumnos «se van a su casa», lo que a su juicio es una «clara discriminación» para los demás escolares. Como prueba, mostró impresos de matrícula de centros donde no dan la opción de cursar religión cuando, recordó, «están obligados a ofertar la materia».
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