Geroa Bai considera que es una competencia básica del Estado y corresponde al Congreso debatir la cuestión
El Parlamento de Navarra ha rechazado hoy con los votos en contra de UPN, Geroa Bai y PP una proposición de ley que buscaba reducir las horas lectivas de religión hasta limitar el máximo al mínimo establecido en la normativa estatal. La proposición, que afectaba a Infantil, Primaria, Secundaria y Bachillerato, había sido presentada por EH Bildu, Podemos e I-E y apoyada por PSN, mientras que Geroa Bai, socio del cuatripartito que sustenta el Gobierno, considera que esta es una competencia básica del Estado y corresponde al Congreso debatir la cuestión.
En defensa de la proposición, Marisa de Simón, de I-E, ha defendido la libertad religiosa y la neutralidad del Estado, por lo que ha considerado que reducir religión es un tema “muy importante para avanzar hacia una escuela laica” con “menos adoctrinamiento y más educación”. “Es una aberración evaluar la fe o los preceptos religiosos”, ha afirmado, y añadido que la religión además afecta a la convivencia, por lo que también se ha mostrado partidaria de “menos religión y más filosofía”. De Simón ha precisado que en la actualidad la carga lectiva es de al menos 6 horas semanales en Primaria, que ha visto excesiva;en Secundaria de una por curso, por lo que no habría nada que modificar;y en Bachillerato se considera como una optativa de tres horas, que ha criticado.
También a favor Miren Aranoa, de EH Bildu, ha defendido una escuela “pública y laica” y por lo tanto, ha dicho, “lo coherente es suprimir la religión de la escuela y de las horas lectivas”, pero como Navarra no tiene competencia para decidir su propio currículo lo que se propone es reducir la asignatura de religión “al mínimo” pues es algo que forma parte del “ámbito privado”.
Desde Podemos, Tere Sáez ha defendido también la propuesta, se ha mostrado a favor de anular los acuerdos con el Vaticano en esta materia, ha calificado de “torticera” la tesis de que la Constitución garantiza la religión en las aulas, y ha criticado además “la supremacía” de la religión católica.
“No queremos elegir entre religión y valores”, ha dicho el socialista Carlos Gimeno, que se ha mostrado partidario de reducir las horas de religión, una “cuestión de voluntad política”, y hacerlo conforme a la normativa constitucional y a la ley orgánica de Educación, que permite “cierta flexibilidad” en el currículo, atender en las horas liberadas materias como la diversidad o la educación sexual.