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El papa dice que el nacimiento virginal de Jesús no es un mito, sino una verdad «sin reservas»

Añade que en el Evangelio no se habla del buey y la mula en el pesebre.El papa también desmiente a san Agustín, que afirmó que la Virgen María habría hecho un voto de virginidad

Jesús nació en Belén en una época determinada con precisión, en el año 15 del imperio de Tiberio César, y su nacimiento virginal "no es un mito, sino una verdad", asegura Benedicto XVI en su libro La infancia de Jesús, presentado este martes, en el que también señala que en el Evangelio no se habla del buey y la mula en el pesebre.

En el libro, desde este miércoles en las librerías de 50 países, el papa Ratzinger señala que en el Evangelio "no se habla de animales" en el lugar donde nació Jesús, pero tratándose de un pesebre, "el lugar donde comen los animales, la iconografía cristiana captó muy pronto ese motivo y "colmó esa laguna" y ninguna representación del Portal de Belén renuncia al buey y a la mula.

En el texto el Pontífice también desmiente a san Agustín, que afirmó que la Virgen María habría hecho un voto de virginidad y se habría comprometido con José para que la protegiera, señalando que esa reconstrucción "está fuera del mundo judío del tiempo de Jesús".

"¿Es cierto que Jesús fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nació de santa María Virgen? Sí, sin reservas", afirma el Pontífice, que señala que hay dos puntos en la historia de Jesús en las que la acción de Dios interviene directamente en el mundo material, en el parto de la Virgen y la Resurrección del Sepulcro, "en el que no permaneció ni sufrió la corrupción".

Benedicto XVI subraya que si a Dios solo se le permite actuar en la esfera espiritual y no en la material, "entonces no es Dios", pero que sí tiene ese poder.

La infancia de Jesús, tercer libro de la trilogía de Joseph Ratzinger-Benedicto XVI —se usan los dos nombres ya que los comenzó siendo cardenal— sobre Jesús de Nazaret, ha sido editado en nueve idiomas, entre ellos español, y sale con una primera edición global de un millón de ejemplares.

Por capítulos

El libro, de 176 páginas, consta de un prólogo del papa y está dividido en cuatro capítulos y un epílogo. El primero está dedicado a la genealogía del Salvador en los evangelios de Mateo y Lucas, muy diferentes ambos, según señala, pero con el mismo significado teológico-simbólico: la colocación de Jesús en la historia.

Benedicto XVI señala que Jesús no nació y apareció en público en una fecha imprecisa, sino que se sabe muy bien quién es y de dónde viene y que pertenece a una época "perfectamente datable y a un ambiente geográfico perfectamente indicado". Jesús nació —escribe el Papa echando mano del Evangelio de Lucas— en el año 15 del imperio de Tiberio César.

El segundo capítulo está dedicado al anuncio del nacimiento de Juan el bautista y de Jesús, y en el mismo Benedicto XVI escribe que leyendo el diálogo entre María y el ángel Gabriel se ve como Dios a través de una mujer busca "un nuevo ingreso en el mundo". María, subraya el Papa, "aceptó la voluntad de Dios, trató de comprender y se mostró como una mujer valerosa, de gran interioridad".

El tercer capítulo está dedicado al nacimiento en Belén y el contexto histórico del nacimiento de Jesús, el imperio romano que bajo Augusto se extiende entre Oriente y Occidente y que con su dimensión universal "permite el ingreso en el mundo de un universal portador de salvación".

El cuarto capítulo está dedicado a los Reyes Magos. En el texto, el papa reconstruye una amplia gama de información histórico lingüística y científica.

Epílogo

En el epílogo, Benedicto XVI echa mano del Evangelio de Lucas y cuenta el último episodio de la infancia de Jesús, la última noticia que se tienen de él antes del inicio de su vida pública con el bautismo en aguas del río Jordán.

Se trata del episodio de tres días durante la peregrinación de la Pascua, en la que Jesús, que tiene doce años, se aleja de María y José y permanece en el Templo de Jerusalén discutiendo con los doctores.

El volumen está editado por la Librería Editora Vaticana (LEV) y la editorial italiana Rizzoli. La editorial Planeta es la encargada de publicarlo en español en España y América Latina.

El libro sale este miércoles a las librerías en nueve idiomas: español, portugués, brasileño, italiano, inglés, francés, alemán, polaco y croata y en 50 países. En los próximos meses será traducido en 20 idiomas y publicado en 72 países.


El Papa afirma que no había ni mula ni buey en el portal de Belén

Benedicto XVI confirma en su nuevo libro la virginidad de María

El País, 21-11-2012 Pablo Ordaz

El último libro del Papa, que se pone hoy a la venta en 50 países al precio de 17 euros y bajo el título La infancia de Jesús, solo tiene 176 páginas en la edición italiana, pero muchos titulares. Aunque Joseph Ratzinger, que ya era un respetado teólogo antes de convertirse en Benedicto XVI, deja en pie “la realidad histórica” del nacimiento de Jesús y la virginidad de María, se carga de un plumazo la iconografía del portal: ni había mula ni había buey, y la estrella –casi con toda probabilidad— era una supernova.

El libro, el tercer volumen que Ratzinger dedica a la figura de Cristo, se plantea una pregunta tan delicada como crucial para los católicos: “¿Es cierto que Jesús fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo y nació de Santa María Virgen?”. El Papa se contesta: “Sí, sin reservas”. Ahora bien, Benedicto XVI le quita la razón a San Agustín, quien dejó escrito que María hizo un voto de castidad y se encomendó a José para que la protegiera. Según Benedicto XVI, tal reconstrucción de los hechos “está fuera del mundo judío en el tiempo del nacimiento de Jesús”. Una fecha que Joseph Ratzinger sitúa –recurriendo al Evangelio de San Lucas—en el año 15 del imperio de Tiberio César, entre el 6 y el 7 antes de Cristo, coincidiendo con una conjunción de los planetas Júpiter, Saturno y Marte. Pero, más que la fecha, llama la atención la manera en que el Papa reescribe, aunque sin refutar, los textos de Lucas y de Mateo.

“¿De dónde?”, se viene a preguntar Ratzinger, “¿pudieron sacar los dos evangelistas la historia que cuentan?”. Según su respuesta, de la propia María. “Solo ella”, sostiene el Papa, “podía referir el evento de la Anunciación”. Los matices del teólogo alemán llegan con los detalles. Según explica en el tercer capítulo, dedicado al nacimiento de Jesús, la Virgen envolvió a su hijo en pañales, pero como cualquier otra madre en sus circunstancias, esto es, con amor pero “sin sensiblería”. Es la tradición, según Joseph Ratzinger, la que le pone literatura al asunto, metiendo en el cuadro un pesebre –representación del altar– y unas gasas para envolver al bebé –un anticipo de la hora de su muerte-.

El Papa, por tanto, hace tabla rasa con los detalles –“en el portal no había animales”– y, a cambio, garantiza la veracidad del meollo del asunto: el nacimiento de Jesús no es un mito, sino una realidad: “Historia, historia real, acontecida, historia interpretada y comprendida con base a la Palabra de Dios”. Tan cierta, añade el Papa, como la virginidad de María. “Una mujer valiente”, escribe Joseph Ratzinger, “que incluso ante lo inaudito [el anuncio del Ángel] mantiene el autocontrol. Es una mujer de gran interioridad, que mantiene juntos el corazón y la razón y trata de entender el contexto, el conjunto del mensaje de Dios”.

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