Aunque estaba previsto que Francisco recibiera a los alcaldes que participaban en la cumbre “Europa: los refugiados son nuestros hermanos”, finalmente no se produjo esta audiencia.
La cumbre “Europa: los refugiados son nuestros hermanos” ha reunido en el Vaticano a 80 alcaldes de distintas ciudades de Europa, entre los que se encontraban los españoles Joan Ribó, Pedro Santisteve, Manuela Carmena, Ada Colau y Francisco de la Torre.
El objetivo de la cumbre, organizada por la Academia Pontificia de Ciencias Sociales, era analizar el drama de los refugiados. Aunque estaba previsto que el Papa Francisco recibiera a los alcaldes que participaban en la cumbre, finalmente no se produjo esta audiencia y los regidores se quedaron sin la esperada fotografía con el pontífice.
“Alcaldes/as del cambio nos encontramos hoy en Ciudad Vaticano para defender#RefugeesWelcome en Europa”, anunciaba el pasado viernes 9 de diciembre en Twitter Pedro Santisteve, alcalde de Zaragoza. Durante su intervención, defendió que los ayuntamientos gestionen directamente la acogida de refugiados en sus ciudades.
“Convocados por el Papa, hablamos de facilitar una vida plena a los refugiados, incluyendo la posibilidad de trabajar”, afirmaba la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, a través de su cuenta de Twitter el pasado 9 de diciembre. Carmena dio un discurso durante la cumbre titulado “La desventurada regulación legal de los inmigrantes”, en el que denunció que toda la normativa europea que afecta a los inmigrantes y refugiados “es un auténtico desastre”.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se mostró “en plena coincidencia” con el papa como un actor comprometido con la defensa de los Derechos Humanos y negó que su visita al Vaticano fuera contradictoria con su labor al frente del Ayuntamiento. Durante su alocución en este encuentro señaló que la Unión Europea afronta una encrucijada entre acoger a refugiados o “nuevas formas de fascismo”.
Por su parte, el alcalde de Valencia, Joan Ribó, dijo que su ciudad no hace más por los refugiados porque el Gobierno español no se lo permite. Por otro lado, aseguró que le parece “estupendo que el Papa Francisco tenga unos planteamientos de defensa concretamente de los refugiados y de las personas que tienen carencias”.
“Estoy encantadísimo de poder coincidir con él, igual que estaré encantado de coincidir con evangélicos u otras religiones o (personas) sin religión”, aseguró durante la cumbre. “Bienvenida sea la ayuda y el respeto a los Derechos Humanos (…) Esa es la base del ser humano y en eso estoy encantado en que el Papa Francisco sea una punta de lanza en esta lucha”, concluyó.
El argentino Gustavo Vera fue el encargado de cerrar la sesión con la lectura de una declaración conjunta firmada en la cumbre en la que se resalta la “necesidad de crear una red de alcaldes capaces de construir ciudades acogedoras, refugios, que sepan organizar corredores humanitarios seguros y regulares, reconocidos por la comunidad internacional”.
El Papa anuló la audiencia
El Papa no ha acudido a la cumbre internacional organizada en el Vaticano para debatir sobre la problemática de la migración y los refugiados en Europa y la amenaza que su presencia supone “a la estabilidad mundial”, según sus organizadores, que ha concluido ayer.
“Como habréis notado, el Papa no ha venido. No doy ninguna explicación, pero simplemente reconozco los hechos”, ha señalado monseñor Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias que ha coordinado el convenio en el que han participado más de 80 alcaldes de todo el mundo con el lema es ‘Europa: los refugiados son nuestros hermanos’.
Y ha agregado: “El Papa no ha venido, pero está con nosotros. Está seguramente muy contento de nuestra declaración final y de nuestro trabajo junto a él para construir puentes y no muros”. “No quiero dar ninguna explicación de su ausencia, pero ciertamente el Papa no ha venido porque hay algo que le ha complicado la vida”, ha agregado.
Tras el foro de diálogo, en el que participaron alcaldes de distintas partes de Europa, todos se han comprometido a crear una red para construir “ciudades acogedoras, refugios, que sepan organizar corredores humanitarios seguros y regulares, reconocidos por la comunidad internacional”.
En una declaración conjunta se han comprometido a crear esta red que estaría “centrada en el encuentro humano y basada en una visión animada de la interculturalidad con una participación activa de la sociedad civil” y servirá su vez para promover “una amnistía u otra solución para las víctimas de la forma moderna de esclavitud y de la trata de personas en términos de trabajo forzado, prostitución y tráfico de órganos”.
Así también pedirá a Europa que se otorgue “a Grecia el alivio de la deuda con la esperanza de poner fin a la prolongada crisis de la eurozona”.
Finalmente, los alcaldes ponen de manifiesto que factores como la guerra, el terror, la pobreza, el hambre o el cambio climático son los responsables de los intensos flujos migratorios que se están sucediendo en los últimos meses y que suponen un desafío para Europa.