El padre de un alumno de un colegio público de Mairena del Aljarafe (Sevilla) que se quejó por la organización de una procesión infantil se ha reunido con la dirección del centro sin alcanzar finalmente ningún acuerdo.
El colegio de educación infantil y primaria (CEIP) Giner de los Ríos comunicó a los padres por escrito la actividad prevista que finalmente no llegó a celebrarse. En el escrito enviado a las familias se les preguntaba si estaban interesadas en que sus hijos participasen en la procesión programada «en horario lectivo y en las zonas comunes» del colegio.
Ante dicha situación, el padre de un alumno remitió sendas misivas a la dirección del colegio y a la Delegación territorial de la Consejería de Educación, actualmente dirigida por Joaquín Pérez Blanes (Cs), manifestando su disconformidad con la organización de una «representación» de carácter religioso «en horario lectivo» y dentro del propio colegio público, recordando que el artículo 21 del Estatuto de Autonomía de Andalucía consagra que «la enseñanza pública, conforme al carácter aconfesional del Estado, será laica», según figura textualmente en la carta magna andaluza.
«DERECHO A LA LIBERTAD DE CONCIENCIA»
«Una procesión de Semana Santa es un acto religioso. Hay un derecho reconocido a la educación laica y aunque se alegue que las procesiones tienen una vertiente artística y de tradición, no se puede obviar que los niños de cuatro o cinco años no son capaces de diferenciar unas cosas de otras», aseveraba al respecto este padre mairenero, avisando de una posible vulneración del «derecho a la libertad de conciencia» de los propios alumnos y opinando que este tipo de actividades deberían ser propuestas para los horarios «extraescolares», al objeto de evitar cualquier conflicto.
Posteriormente, la dirección del colegio trasladaba a las familias de los alumnos un escrito recogido por Europa Press, en el que comunicaba que la mencionada procesión escolar había sido suspendida «debido a que una familia ha presentado un recurso solicitando su anulación» y tal extremo había «ascendido» al delegado territorial de la Consejería de Educación, lo que implicaba esperar a que el mismo respondiese. Tal extremo, a su vez, impedía que hubiese «tiempo» suficiente para la «correcta» organización y desarrollo del evento.
Empero, la dirección del centro defendía que se trataba de «una actividad aprobada por el claustro y el consejo escolar, que surge del área de Religión y se propuso hacer extensiva al resto del alumnado previa autorización paterna, puesto que dentro del curriculum está contemplada la cultura andaluza (costumbres, tradiciones…), y el resto del alumnado tendría otra actividad alternativa para aquel que no quisiera participar», se explicaba en aquel documento.
DEBATIR LA «SITUACIÓN»
A partir de ahí, este padre ha explicado a Europa Press que el pasado jueves por la tarde celebró una reunión con la dirección del centro, en el seno de la comisión de conflictos del consejo escolar, marco en el cual habría sido debatida la «situación» suscitada en este colegio público.
Al respecto, esta persona ha reiterado que sigue sin contar con contestaciones «por escrito» a sus advertencias a la dirección del colegio y la Delegación Territorial de la Consejería de Educación sobre la obligatoriedad de respetar la «libertad de conciencia» de los alumnos, relatando que durante el encuentro ratificó su postura de «recordar» tales obligaciones si suceden situaciones similares. «No hubo acuerdo ninguno», ha dicho respecto a la citada reunión.
«El origen del problema», a su juicio, reside en cómo ejercen sus puestos en la dirección del centro, el consejo escolar o la asociación de madres y padres de alumnos (AMPA) una serie de personas que «tienen sentimientos religiosos».