El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha lamentado que haya “voces disonantes en algunas diócesis de España y en otros lugares no tan lejanos”, que “atentan contra la comunión eclesial, porque vienen a hacer propuestas que traspasan las líneas” de la misma, refiriéndose, “sobre todo, a varias propuestas disonantes con la doctrina y la moral católica, y especialmente a la propuesta del sacerdocio femenino, como si la Iglesia tuviera que ponerse al día en esta reivindicación al socaire del feminismo reinante”.
En este sentido y en su carta semanal, recogida por Europa Press, Demetrio Fernández ha argumentado que se siguen oyendo estas voces para “ver, si de tanto proponerlo, se va creando la conciencia de esta reclamación de una supuesta igualdad y los pastores ceden concediendo esta reclamación”.
“No es nuevo. Estos aires corrían ya hace más de 30 años –ha recordado–, y el Papa Juan Pablo II zanjó la cuestión con su autoridad apostólica”, en su Carta Apostólica ‘Ordinatio sacerdotalis’ (1994), en la que dice que, “con el fin de alejar toda duda sobre una cuestión de gran importancia, que atañe a la misma constitución divina de la Iglesia, en virtud de mi ministerio de confirmar en la fe a los hermanos (cf. Lc 22,32), declaro que la Iglesia no tiene en modo alguno la facultad de conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres, y que este dictamen debe ser considerado como definitivo por todos los fieles de la Iglesia”.
En cualquier caso, según ha señalado el obispo en su carta, “no se trata de una cuestión simplemente disciplinar, sino de un asunto que afecta a la misma constitución divina de la Iglesia, y sobre la que el Papa ha hablado, elevando la doctrina a rango de definitiva, es decir, irreformable. La autoridad del sucesor de Pedro puesta al servicio de la fe del Pueblo santo de Dios ha dejado zanjada la cuestión”.
Por eso, “cuando al hilo de las propuestas sinodales vuelven a oírse en distintos lugares, no en Córdoba, propuestas que traspasan la línea de la unidad de la fe, deben saltarnos las alarmas del ‘sensus fidei’. A eso no jugamos”.
De este modo y según ha señalado Demetrio Fernández en su carta, “en el Sínodo cabemos todos, claro. Pero no caben propuestas que se salen de la comunión en una misma fe y que responden a ideologías de moda. Porque entonces habríamos convertido el Sínodo en un juego peligroso de propuestas, que no brotan de la fe de la Iglesia y que rompen la comunión eclesial”.
“Eso ya no es el Sínodo al que el Papa nos ha convocado –ha avisado–, eso es aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid para infiltrar asuntos inadmisibles. Eso sería aprovechar la preciosa ocasión que se nos brinda para salirse del tiesto, y con la fe de la Iglesia no se juega” y por ello, ante la celebración el próximo domingo de la fiesta de la Santísima Trinidad, el obispo ha rogado que la misma “nos ayude a profundizar en esa plena comunión eclesial, que tiene sus raíces en este gran misterio”.