Con motivo del Día del Seminario, Reig Plá se remonta al «momento conocido como ‘la movida'» como punto de partida de esdta situación con «la propuesta de un mal llamado ‘amor’ reducido a sexo despersonalizado y a veces promiscuo»
El siempre polémico obispo de Alcalá, Juan Antonio Reig, la ha vuelto a liar. En su homilía de este domingo, retransmitida en directo por La2 (como ya lo fuera aquella de Viernes Santo en la que aseguraba que los homosexuales “encontraban el infierno” con sus comportamientos), el prelado denuncia un “apartheid” contra “la tradición cristiana”, motivada por “un proceso de descristianización y secularismo” del que hace responsable al Estado español.
Con motivo de la celebración del Día del Seminario, Reig Plá subraya que, desde la llegada de la democracia, “los jóvenes españoles, siguiendo un claro proceso mercantilista y de ingeniería social, fueron apartados de la tradición de nuestros pueblos, de la tradición cristiana de los mayores”.
“Es el momento conocido como ‘la movida’, en el que los mercaderes no sólo ofrecían espacios de ocio diferentes, sino que promovían también el alcohol, la droga y la propuesta de un mal llamado ‘amor’ reducido simplemente al sexo despersonalizado y, a veces, promiscuo”, asegura el obispo de Alcalá.
En la homilía emitida por la cadena pública, el prelado arremete contra los “hábitos antifamiliares” de la sociedad actual, el “eclipse del padre, el alto paro juvenil y los procesos educativos cargados con las ideologías actuales y con leyes cada vez más permisivas”, y concluye que los jóvenes españoles padecen “falta de maduración en la masculinidad y feminidad, asediados muchos de ellos por la pornografía e incapaces de seguir las sendas de las virtudes humanas y cristianas”.
Contra «los nuevos derechos»
¿Quiénes son los culpables de este ‘desastre’? Para Reig, “los responsables de la administración y gobierno de nuestros pueblos” que “se han escudado en la llamada tolerancia del mal menor para pasar a la indiferencia y neutralidad ante el desmoronamiento de las familias y el creciente individualismo que convierte a la sociedad en una masa de individuos con intereses contrapuestos”.
“Pero no contentos con la neutralidad -prosigue- se han promovido también, mediante la manipulación del lenguaje, los llamados nuevos derechos que atentan contra la naturaleza de la persona y no garantizan el carácter sagrado de la vida, la dignidad del matrimonio, el bien social de la familia y los criterios de una educación que encamine la libertad por las sendas de la virtud y los bienes custodiados por la Doctrina Social de la Iglesia”.
“En España estamos cansados de palabras vacías, de discursos que no vivifican la esperanza de nuestro pueblo”, concluye el obispo de Alcalá, quien pone de ejemplo al “casto José” para la juventud cristiana de nuestro país.