El Obispado de Santander deploró ayer en un comunicado la representación en Cantabria de La revelación, prevista para el jueves. En la obra, el cómico Leo Bassi hace un homenaje a la laicidad
La nota del Obispado pide un mayor respeto hacia la Iglesia Católica pues el montaje "ofende gravemente a los fieles católicos y a sus creencias más sagradas" y advierte de que la convivencia "solo es posible desde el respeto a las instituciones que promueven la dignidad y el respeto a la persona, entre las cuales, y de manera singular, se encuentra la Iglesia".
La representación está promovida por la Obra Social de Caja Cantabria y la Universidad de Cantabria. El presidente de Cantabria, el regionalista Miguel Ángel Revilla, tuvo que aclarar ayer que su Gobierno no tiene "nada que ver" con el montaje. Y reclamó que dejen de enviarle cartas, correos electrónicos y faxes que, afirmó, están "colapsando" e "inundando" su despacho y constituyen "una especie de tortura". Incluso dijo haber recibido cartas de "sacerdotes" que le exigen la retirada de la obra y amenazan con pedir a sus feligreses el domingo desde el púlpito que no le voten en las próximas elecciones si no la prohíbe.
El presidente, convencido que se trata de una campaña, apeló a la libertad de expresión. Recordó que España es un país "libre" y que él no tiene competencias para impedir que se celebre una representación. En Madrid, donde se programó la temporada pasada, también hubo manifestaciones en contra; no así en Barcelona, donde no hubo problemas.