El exseminarista que denunció ante el papa Francisco los abusos sexuales que dieron lugar al primer castigo de la iglesia a un sacerdote en Castilla y León se muestra “agradecido” con el gesto de sus antiguos compañeros sin ocultar su emoción tras conocer que el sábado se manifiestan ante la sede del Obispado de Astorga. En declaraciones a este diario, F. L., que hasta la condena eclesiástica del ex párroco de Tábara y antiguo profesor del seminario de La Bañeza, José Manuel Ramos Gordón, ha llevado en solitario su “lucha por la verdad”, siente ahora el “calor y la cercanía” de otros internos con los que coincidió a finales de los años 80. Los abusos denunciados corresponden al curso 1988-1989.
“Se que no habrá sido fácil para ellos reunirse y por eso estoy agradecido de corazón” expresa el antiguo seminarista, para volver a insistir en su mensaje de “tolerancia cero” con los abusos sexuales, como ya se lo transmitió al pontífice en la carta que dio lugar a la investigación por parte del obispo de Astorga.
F. L. además transmitirá a través de un comunicado el día de la manifestación el respaldo, con un recuerdo especial hacia quienes “se han atrevido” de denunciar los abusos sexuales y también “quienes aún lo sufren en soledad”.
Unas primeras reacciones que se producían mientras ayer otro exseminarista de La Bañeza, Emiliano Álvarez, de unos cursos anteriores a F. L., registraba una denuncia en el Obispado de Astorga por los “abusos sexuales y tocamientos” por parte de otro sacerdote, que era su tutor y profesor, en el año 1978. Así lo confirmaba el propio denunciante a la cadena Antena 3, que registró el momento en el que presentaba la denuncia en la sede episcopal de Astorga.
Otro ex interno zamorano del colegio Juan XXIII ultima la denuncia como víctima de tocamientos por parte del cura condenado, Ramos Gordón, cuando éste era educador en el centro de Puebla de Sanabria. El ex alumno formalizará el escrito de denuncia en el Obispado de Astorga y también en elVaticano.
Sobre todos estos hechos hoy comparecerá ante los medios de comunicación el obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez. Serán sus primeras palabras de viva voz, ya que las reacciones del prelado al caso de pederastia que se ha revelado en la Diócesis de Astorga ha sido a través de dos comunicados. En los mismos, el obispo ha pedido perdón en nombre de la iglesia y suyo propio por unos hechos “reprobables y moralmente inaceptables”, además de confirmar que José Manuel Ramos Gordón no tiene ninguna responsabilidad eclesial.