Los socialistas plantean revisar los acuerdos con la Santa Sede y que paguen IBI aquellos lugares de la Iglesias que no son de culto.
El PSOE de Pedro Sánchez quiere poner fin a determinadas exenciones fiscales que tiene actualmente la Iglesia católica, así como otras religiones. La Ejecutiva federal abordará el próximo lunes 11 de diciembre la propuesta de laicidad en la que se incluye una iniciativa para revisar los acuerdos que tiene firmados España y la Santa Sede y que datan del año 1979. En esa cita en Ferraz está previsto que se apruebe cuál será el modelo por el que apostará el Partido Socialista y que contempla una serie de novedosas medidas para, desde el respeto a las creencias, apostar por un Estado laico.
Una de las apuestas del PSOE es la de adaptar el Concordato a la Constitución española, reforma que solo puede realizarse desde el Gobierno ya que se trata de acuerdos entre Estados. Lo que plantean los socialistas, según explican a La Información fuentes de Ferraz, es que la Iglesia católica -así como otras religiones- pague el IBI de aquellos inmuebles con fines lucrativos y que no se dedican al culto, por ejemplo, los colegios o polideportivos. La propuesta, por tanto, no se dirige a los lugares de culto, de modo de iglesias o mezquitas podrán seguir exentos de abonar este impuesto. Hay que recordar que el Tribunal Constitucional rechazó en diciembre de 2013 la decisión del Parlamento de Navarra de cobrar el IBI a los inmuebles de la Iglesia Católica y del resto de confesiones.
Lo que persigue el PSOE es separar la línea que une a la Iglesia católica y al Estado y apostar por la «neutralidad religiosa». Siempre «desde el respeto a todas las creencias», indican las mismas fuentes socialistas. «No es cuestión de perseguir a nadie, sino de defender el Estado laico«, añaden. En las resoluciones aprobadas en el 39 Congreso federal de los socialistas del pasado verano ya se contemplaba en el apartado dedicado al «Marco estratégico, ponencia política y social» el siguiente objetivo: «España debe consolidar su condición de Estado laico que garantiza los valores, derechos y libertades civiles, adecuando su legislación a las características propias de una sociedad abierta, plural y compleja, en la que se respetan las convicciones y expresiones ideológicas, religiosas, culturales y de género de todos los ciudadanos».
Las inmatriculaciones de la Iglesia
El PSOE de Pedro Sánchez también pretende reclamar los bienes inmatriculados en el Registro de la Propiedad a favor de la Iglesia católica. En el programa con el que los socialistas concurrieron a las últimas generales del 2016 ya se hacía referencia a la reclamación de aquellas propiedades de la Iglesia sobre las que no exista un «título material y previo que justifique la titularidad a su favor”.
No existe, sin embargo, ningún registro público de todas estas inmatriculaciones llevadas a cabo a través del artículo 206 de la Ley Hipotecaria hasta su derogación en 2015. El PSOE, a través de su diputado Antonio Hurtado, ha solicitado al Gobierno dicho listado. La respuesta del Ministerio de Justicia ha sido que ya se ha tramitado la petición al Colegio de Registradores de la Propiedad y que se encuentran a la espera de recibirlo.
Otras medidas laicas que va a plantear el PSOE
En búsqueda de este objetivo por una transición hacia un Estado laico, el secretario ejecutivo de laicidad, José Manuel Rodríguez Uribes, tiene previsto plantear otras medidas que sí pueden tramitarse en el Parlamento y que los socialistas irán planteando en los próximos meses. Una de ellas es la aprobación de una Ley de muerte digna, que ofrezca garantías jurídicas a enfermos terminales. En Ferraz recuerdan, como ejemplo paradigmático, el caso de Ramón Sampedro y aseguran que al igual que la Constitución protege tener una vida digna se debe ofrecer respaldo legal a aquellos enfermos que deseen tener una muerte digna.
El nuevo PSOE que salió del 39 Congreso federal también planteará la supresión de los funerales de Estado católicos. La propuesta que llegará a la Ejecutiva de Ferraz es la de que este tipo de actos no estén dirigidos solo a los católicos, sino que sean ceremonias ecuménicas en la que se puedan sentir representadas todas las creencias. En la ceremonia católica con motivo de los atentados del 11-M, por ejemplo, algunos familiares de víctimas no acudieron por no sentirse identificados en ese tipo de actos.
Asimismo, los socialistas consideran que en las tomas de posesión no debe estar presente un crucifijo, sino únicamente la Constitución, en caso de los miembros del Gobierno, por ejemplo. Respecto a la participación de autoridades políticas en fiestas de origen religioso (fiestas patronales), Ferraz apuesta por el pragmatismo: creen que no se deben suprimir unas festividades que, aunque tengan origen religioso, se han convertido en actos populares. La Virgen de la Paloma, en Madrid, es un ejemplo. Los socialistas son conscientes de que la amplia mayoría de las festividades en el calendario laboral están relacionadas con el cristianismo y, por tanto, no pretenden modificar nada en este sentido.
Otra medida que tiene previsto presentar el nuevo PSOE es la reforma de la Ley de Libertad Religiosa que data de 1980. Durante la última legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero ya se intentó modificar esta normativa, pero la crisis económica y la convocatoria de las elecciones generales en 2011 provocó que no diera tiempo. Ahora, los socialistas consideran que es el momento de plantear esta nueva Ley teniendo en cuenta además que ya se ha aprobado una moción en el Congreso en la que se instaba al Gobierno a modificarla. Votaron a favor de dicha moción PSOE, Unidos Podemos, ERC (los promotores de la misma), PDeCAT y EH Bildu.