El casi octogenario salesiano y cardenal Tarsicio PE Bertone se está “acondicionando” un modesto ático en el palacio de San Carlos en sede Vaticana, donde piensa residir junto a sus tres servidoras monjas.
El “pobre” Bertone aspirante a todo hasta hace muy poco tiempo, al parecer se retira “muy ricamente” a un modesto aposento (según él) de más de 300 metros cuadrados, no de 700 como “lenguas viperinas” han afirmado (?). El clérigo que negociara -muy hábilmente- con el Gobierno de Zapatero la subida del 0,52 al 0,7 por ciento, la quita del impuesto de la renta que pagamos todos los contribuyentes (católicos o no), ha sido motivo de críticas en Italia y en el mundo católico. Pero, (según él) su jefe Francisco lo aprueba.
Pero ¿quién se escandaliza? ¿Es que se desconoce cómo viven la mayoría de obispos y cardenales en la “faz de la tierra”?: Sólo hay que darse una “vueltecita” por multitud de ciudades de todo el “mundo católico” para observar los palacios, las casonas… junto a pomposas iglesias y catedrales, elevadas en suelo público y exentas de impuestos en muchos casos, en donde residen estos clérigos… que, aparente y generalmente, no viven en la indigencia, rodeados de monjas y curas que les sirven fielmente para hacerles la “vida más llevadera”.
“¡Vives mejor que un cura!”: afirmación muy popular y socorrida elevada a categoría superior si nos referimos a un obispo… y ya no digamos a un cardenal… ¿Qué pócima toman para que la media de un sacerdote se acerque a los 80 años y la de los obispos a más de 85?: Pues fácil: La tasa media de mortalidad es en edades más bajas entre los podres, los obreros manuales… y sube la media entre los ricos y profesionales liberales.
Bertone hace lo que tiene que hacer, “arreglarse” un modesto ático (según él “algo espacioso”) en una zona privilegiada de Roma para encarar los últimos años de su vida en las mejores condiciones… Porque a él ¿Qué le importa si se congelan o se rebajan las pensiones, que hoy preocupa a millones de pensionista europeos? O los desahucios… Ese nunca ni fue, ni será su problema.
Su “pensión”, sus “bienes y patrimonio” por la “gracia de Dios” están asegurados para siempre… es consecuencia de la “herencia” recibida de millones de fieles (algunos de buena fe, otros a cambio de prebendas terrenales y/o celestiales) que donan sus “bienes a su iglesia”… pero, también, del espolio que durante siglos han hecho del erario público en decenas de países, con las correspondientes complicidades políticas. Como ocurre en España, en pleno siglo XXI.
Por eso el clero español se aferra a la financiación pública vía “impuesto de la renta” y para ello se gastas alrededor de cinco millones de euros (de dinero público) en publicidad para “llamar la atención de los contribuyentes”, especialmente de los católicos.
¡La iglesia de los ricos y la iglesia de los pobres!… dos caras de la misma moneda que juega maravillosamente bien el clero. Por eso la llamada del nuevo papa argentino a que no debemos de aferrarnos a la “dictadura del dinero” y sus soflamas a favor de los más desfavorecidos, suenan a chiste macabro… ya que no se refiere a las riquezas que la iglesia tiene, a sus privilegios tributarios y económicos… ni a y los palacios y áticos de más de trescientos metros… con todo tipo de servicios. Entonces: ¿Quién se escandaliza? …Si las riquezas van en el ADN de la iglesia católica oficial, desde hace siglos y en el de otras muchas confesiones, en ocasiones en contra de sus “libros sagrados”.
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