El cortejo que llevaría al Nazareno y a la Virgen del Amor hasta la parroquia de Santiago partió desde el interior de la iglesia de San Julián, sede canónica provisional, unos minutos antes de lo previsto. Antonio Martínez Piñar, hermano mayor de la corporación nazarena, dedicó unas palabras a los hermanos en el templo y les recordó que su estación de penitencia culminaba entonces, dado que no fue posible liberar al preso en esa jornada. A los sones de la banda de Expiración salieron ambas imágenes en tronos separados para acudir a la cita en la plaza de la Constitución. La primera marcha, un clásico de esta Hermandad: Nuestro Padre Jesús.
La Plaza de la Constitución consiguió llenarse minutos antes de que la cruz parroquial llegase al recinto. Las autoridades presentes, entre las que se encontraba el ministro de Justicia, Rafael Catalá, acudieron desde la sede del Ateneo acompañados de M.Y.H.C., la mujer de 42 años que cumplía pena por un delito contra la salud pública. La misma apareció vestida con túnica de raso negra y esperó al pie del escenario montado para la ocasión.
Una vez que los tronos llegaron a la Plaza quedaron dispuestos frente por frente a ambos lados del escenario, donde aguardaban junto al Ministro el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre; el obispo de Málaga, Jesús Catalá; el presidente de la Diputación, Elías Bendodo; Delegado del Gobierno en Andalucía; y otras autoridades municipales, autonómicas, mandos policiales, así como personalidades que participaron por su vinculación en dicho acto.
Con los sones de Triunfal llegaba la Virgen del Amor y comenzaba el acto con la lectura del acta de Instituciones Penitenciarias y del escrito que figurará en el libro de la Hermandad.
Tras esto, la penada firmó en el libro con el aplauso de los malagueños, al igual que el recibido por todas las autoridades que plasmaron su rúbrica, con especial atención al recibido por el Hermano Mayor de El Rico.
Lourdes García, presidenta de la Audiencia Provincial de Málaga, tomó la palabra para recordar el proceso por el que se concede un indulto y, citando a San Agustín, recordó que «sin caridad no hay justicia». A continuación, y de manera extraordinaria, el hermano mayor de El Rico, Antonio Martínez, tomó la palabra para agradecer «el apoyo de toda la ciudad, que ha ido mucho más allá de lo que podíamos imaginar», además de recordar el empeño puesto por las autoridades locales.
Continuó el turno de palabra el ministro de Justicia, Rafael Catalá, que puso en valor la «perseverancia para poder llevar a cabo la liberación de la que hoy somos todos testigos». Finalmente tomó la palabra el obispo Jesús Catalá, recordando que el acto pertenece como tal a la Semana Santa y poniendo el valor de la misericordia como virtud de los cristianos.
Con el Himno Nacional, los hermanos de la corporación nazarena y la otrora penada se pusieron de rodillas para recibir la bendición de la imagen, acompañada de los aplausos de los malagueños.
Finalizado el acto, el cortejo se recompuso para continuar su caminar hasta la parroquia de Santiago, aunque continuando por el centro histórico. Rafael Catalá fue el encargado de levantar el trono de Jesús El Rico para comenzar la vuelta, mientras la ya mujer liberada avanzó ante las andas.
