La Conferencia Episcopal sigue perdiendo tiempo con el escándalo de la pederastia. Su primer informe es opaco e insuficiente, y hace equilibrios para contar afectados declarando al mismo tiempo que eso no implica que les crea
La Iglesia española sigue perdiendo tiempo con el escándalo de la pederastia en el clero. Al menos ya se mueve, pero tarde y lentamente. En dos años ha dado un giro notable, de la negación a la admisión. Este jueves la Conferencia Episcopal (CEE) ha presentado por primera vez un informe: reconoce 728 acusados y casi mil víctimas, un total de 927. El salto es relevante, hasta hace dos años eran “cero o muy pocos”.