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El lobby ultracatólico español se expande y coloca a sus líderes en cargos de peso de una creciente red internacional

El catolicismo español más militante se extiende a nivel mundial y sus referentes, como Ignacio Arsuaga, Jaime Mayor Oreja o Leonor Tamayo, ganan posiciones dentro de una trama organizativa internacional en permanente agitación. Hazte Oír y su brazo exterior Citizen Go se sitúan en la vanguardia de la ofensiva “provida” y contraria los principios feministas en la UE, con conexiones en Italia, Alemania y Hungría, y aceleran la expansión de sus redes por América, en paralelo a Vox, según acreditan diversas investigaciones. Las campañas de Citizen Go llegan ya a medio centenar de países. “Su fuerza es innegable y y tiene conexiones tanto en Europa como en América Latina y Estados Unidos”, señala el investigador Juan Francisco Albert. Junto a Citizen Go, el ultracatolicismo español es prominente en redes internacionales como One of Us –que este fin de semana ha celebrado un encuentro en Lisboa–, Political Network of Values –valedor del modelo de Viktor Orbán– y la internacional antifemnista Women of the World. 

Una campaña mundial permanente

Hazte Oír ejerce el papel de principal baluarte de la internacionalización. El informe Restaurar el orden natural, elaborado por el Foro Europeo sobre Población y Desarrollo, una red de parlamentarios de la UE contra la intolerancia religiosa, ya puso en 2018 en el punto de mira a la organización fundada en 2001 y presidida por Ignacio Arsuaga por su contribución al despliegue a nivel continental de la agenda antiabortista, antifeminista y contraria a los derechos Lgtbi. El estudio situaba a Hazte Oír al nivel de otras tres organizaciones punteras: La Manif pour Tous –nacida en Francia por oposición a “le mariage por tous”, o el matrimonio para todos–, In the Name of the Family (Croacia) y Ordo Iuris (Polonia). Además, integraba a Arsuaga –próximo a Santiago Abascal y a otros referentes de Vox como Rocío Monasterio– en el ramillete de figuras destacadas de la llamada Agenda Europa, un entramado “informal” de asociaciones, iglesias, académicos y políticos que “trabajan en red, debaten y elaboran estrategias sobre cómo hacer avanzar la cosmovisión religiosa dentro de Europa”, en palabras de Neil Datta, secretario del Foro Europeo sobre Población y Desarrollo.

Hazte Oír lleva al menos ocho años de implantación internacional acelerada. Y no sólo en Europa. En 2013 nació Citizen Go, su brazo internacional, organización también presidida por Arsuaga y que replica el esquema de agitación constante de Hazte Oír pero en inglés, francés, portugués, italiano, alemán, polaco, ruso, croata, húngaro, holandés y eslovaco. Sus iniciativas se dirigen ya a instituciones y partidos de unos 50 países, según se desprende del análisis de sus campañas, dirigidas contra todo lo que suena a pro-aborto, pro-eutanasia, partidario de mostrar como algo normal la diversidad sexual y afectiva –sobre todo a los niños– o mínimamente fuera del canon en su representación de la iconografía católica. Es decir, dirigidas –son sólo algunos ejemplos– contra la ONU por “desmantelar la libertad religiosa” e “impulsar el aborto, promover la agenda LGTB, defender el feminismo radical e imponer la ideología de género”; contra Disney y Barrio Sésamo por promover la homosexualidad; contra Netflix por emitir una película irreverente sobre Cristo; contra la Asociación Médica Americana por querer “eliminar la designación de hombre o mujer de los certificados de nacimiento”… Inversamente proporcional al rechazo a estos objetivos es su apoyo a leyes, iniciativas o figuras destacadas por los valores contrarios, sea en el espacio republicano duro en Estados Unidos o en la UE, donde Polonia y Hungría funcionan como espejos de valores

Expansión “de la mano” de Vox y Hazte Oír-Citizen Go

Citizen Go presume de contar con más de 16 millones de “ciudadanos activos” en todo el mundo, una cifra que según Juan Francisco Albert, director del centro de análisis sobre extrema derecha Al Descubierto, “hay que coger con pinzas”. “Pueden exagerar, pero lo seguro es que Citizen Go ha conseguido una fuerza innegable y tiene conexiones tanto en Europa como en América Latina y Estados Unidos, al igual que Vox”, señala Albert, que traza un paralelismo entre la expansión del partido ultra y de Hazte Oír-Citizen Go.

“Su actividad, tanto de Hazte Oír como de Citizen Go, se resume en una campaña permanente. Sus campañas no siempre obtienen la misma repercusión, a veces se quedan en poca cosa, pero lo seguro es que polarizan y mantienen activas a sus bases no sólo a favor de sus causas, sino poniendo en el punto de mira aquellas contra las que ir”, afirma. Román Cuesta, autor del capítulo sobre radicalismo religioso del informe De los neocón a los neonazis. La derecha radical en el Estado español, publicado este año por la Fundación Rosa Luxemburgo, explica a infoLibre que Vox y Hazte Oír “comparten estrategia” y “van de la mano” en su expansión desde el nacimiento del partido de ultraderecha en 2013, mismo año en que vio la luz Citizen Go, que supuso “un salto significativo en las ambiciones de los líderes de Hazte Oír”.

Hungría y Estados Unidos

“2013 es el año en que se consolida el proyecto, se cierran las alianzas con otras organizaciones europeas y americanas y se coordina una ofensiva internacional para propagar sus postulados ultraconservadores”, recoge Cuesta en su trabajo. También en 2013, Arsuaga recibió el premio al “Hombre del Año en Defensa de la Familia” en el Congreso Mundial de Familias celebrado en Sidney. Ese año Viktor Orbán recibió a su vez el premio Hazte Oír por aprobar una Constitución “que reconoce las raíces cristianas de Europa y, en consecuencia, defiende el derecho a la vida y protege el matrimonio”. Arsuaga ya admiraba el modelo húngaro, hoy convertido en referente para Vox.

Reunión del presidente de Vox, Santiago Abascal, con el primer ministro de Hungría, Viktor Orban. /
EP

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Una investigación de Open Democracy, que muestra una frenética actividad de la marca internacional de Arsuaga, desvela nexos entre Citizen Go y partidos de extrema derecha no sólo en España, sino también en Italia, Alemania y Hungría. “Citizen Go ha estado también implicado en la formación de activistas italianos, incluyendo talleres de cuatro días en 2018 con el Leadership Institute, un grupo ultraconservador norteamericano que tiene entre sus alumni de la formación en los EEUU al vicepresidente Mike Pence”, recoge el informe de Open Democracy. Arsuaga nunca ha perdido de vista al país de las barras y estrellas. No en vano, sus orígenes están vinculados al Phoenix Institute americano, un think tank neoconservador que patrocinó la primera campaña de Hazte Oír hace ahora 20 años, según contó el propio Arsuaga a El País.

Estados Unidos es clave. En primer lugar, por el dinero. En 2019, los medios integrantes del proyecto periodístico European Investigative Collaborations (EIC), entre ellos infoLibre, detectaron el envío de 17,2 millones de euros entre 2012 y 2017 desde organizaciones estadounidenses a filiales y entidades con agenda provida y antifeminista en la UE. Las vinculaciones de la red abarcan a figuras próximas a Donald Trump, contratistas militares y millonarios conservadores. En segundo lugar, EEUU es importante por el modelo que ya sabemos que defiende –lo sabemos por hechos, no sólo por ideas– el integrismo made in USA. Allí el antiabortismo beligerante ya condiciona severamente a todo el Partido Republicano, del mismo modo que Hazte Oír y otros grupos de la derecha católica española intentan hacer con el PP de Pablo Casado, dando por descontada la adhesión de Santiago Abascal y los suyos. Sólo años de trabajo constante del lobby ultra en Estados Unidos explican que haya podido aprobarse en 2021 en Texas una ley que restringe el aborto incluso en casos de violación.

El rastro del dinero y la sombra de El Yunque

También tras la pista del dinero, el informe La punta del iceberg, del Foro Europeo sobre Derechos Sexuales y Reproductivos acaba de cifrar en más de 600 millones de euros la financiación del movimiento religioso radical europeo en diez años, provenientes de organizaciones y think tanks estadounidenses, europeos y rusos. Hazte Oír-Citizen Go se sitúa en la sexta posición del ranking con un gasto de más de 28 millones de euros de 2009 a 2018, según el informe. “La imagen que surge es la de una comunidad transnacional de extremistas religiosos con ideas afines y actores relacionados de extrema derecha y que toman decisiones estratégicas de financiación a través de las fronteras internacionales”, señala el informe.

Hazte Oír adquiere un cada vez más pronunciado relieve mundial. Se observó, por ejemplo, en el Congreso Mundial de Familias, celebrado en Verona (Italia) en 2019 para “defender la familia natural como la única unidad fundamental y sostenible de la sociedad”. La nómina de patrocinadores ofrece una panorámica de los transatlánticos de la derecha provida mundial: National Organization for Marriage, Americans United for Life, Australian Family Coalition, SOS Ragazzi… y Citizen Go, cuya estructura también obedece a una estrategia de despliegue internacional. En su patronato figuran Alexey Komov, identificado por Open Democracy como socio del “oligarca ortodoxo” Konstantin Malofeev, y Brian Brown, director del National Organization for Marriage, entre otros.

Una de las obsesiones de Hazte Oír es desvincularse de El Yunque, hasta el punto de que el grupo español llegó a acudir a la justicia para intentar forzar a Google a eliminar más de 150 enlaces que lo relacionan con la sociedad secreta de origen mexicano. Para Román Cuesta, que investiga la expansión internacional de El Yunque, Hazte Oír nace como “experiencia piloto” de la sociedad mexicana para implantarse en redes sociales en España y hoy “quizá sea la más influyente” de sus pantallas aquí, como a juicio del investigador empezó a quedar acreditado con una sentencia de 2014 que destapaba supuestos vínculos entre ambas organizaciones. Hazte Oír ha negado cualquier vínculo.

infoLibre trató de recabar la versión de los dos grupos presididos por Arsuaga, sin respuesta.

Un obispo, un bioético y muchos políticos

El binomio liderado por Arsuaga también forma parte de One of Us, una red de organizaciones donde vuelve a hacerse patente la proyección internacional del catolicismo radical español. Presidida por Jaime Mayor Oreja, One of Us, organización de derecho belga, integra a 49 organizaciones de 19 países europeos. 17 grupos son españoles. Ningún país aporta más. Otra prueba más de la fuerza española en el movimiento: la investigación de 2019 del European Investigative Collaborations desveló que de 21 organizaciones dedicadas al lobismo ultracatólico en Bruselas, tres eran netamente españolas –Asociación de Abogados Cristianos, Profesionales por la Ética y Enraizados– y otras diez tenían representación, delegaciones o sede en España. Entre ellas figura One of Us, consolidada como otro referente a nivel europeo.

A finales de octubre, One of Us celebró en Lisboa su V Foro Europeo, en cuya jornada inaugural participó Jaime Mayor Oreja. En la capital portuguesa se reunieron representantes de instituciones como la Federación Portuguesa por la Vida, la Fundación Jérôme Lejeune –de cuyo comité de expertos es miembro Nicolás Jouve, miembro del Comité de Bioética de España–, el European Center of Law and Justice, con base en Francia; el Instituto Mária Kopp (Hungría); el Movimiento Italiano por la Vida; Africa Life Youth; y HeartBeat International (Estados Unidos), entre otras.

El programa incluía figuras políticas como el maltés Tonio Borg, excomisiario europeo, ferviente antiabortista; la eslovaca Anna Zsáborská, exeurodiputada, del Partido Unión Cristiana; y Alojz Peterle, exprimer ministro de Eslovenia, entre otros. Junto a figuras de Portugal, Francia, Italia, Polonia, Hungría, Eslovenia, Austria y Eslovaquia, España estuvo representada a través del obispo de San Sebastián, José Ignacio Munilla, del ala dura del episcopado; Julio Tudela, director de Observatorio de Bioética Universidad Católica de Valencia, y Alejandro Macarrón, director de la Fundación Renacimiento Demográfico, de la que ha sido colaboradora la líder de Vox en Madrid Rocío Monasterio.

En declaraciones a infoLibre, Ana del Pino, coordinadora de One of Us, cita a España entre los países cuyas organizaciones más peso tienen, destacando el relieve de la figura de Mayor Oreja. Junto a España, recalca el importante papel de Francia –en concreto la Fundación Jérôme Lejeune–, Italia, Portugal y países del conocido como Grupo de Visegrado como Hungría, Polonia y Eslovaquia, que van “en línea con nuestros planteamientos”. 

Political Network for Values

Mayor Oreja España ejerce en España como el referente con mayor influencia en este ámbito. Santiago Abascal lo llegó a tantear sin éxito como candidato para su moción de censura, según una información no desmentida de Abc. Bajo el manto de su red organizativa, que tiene como epicentro en España la Fundación Valores y Sociedad, se entremezclan referentes políticos de derecha y extrema derecha.

Fuera de España, Mayor Oreja también luce galones. No sólo al frente de One of Us. También como presidente de honor de Political Network for Values, una plataforma de representantes políticos de 17 países de toda América –incluyendo Sudamérica, Centroamérica y Estados Unidos– Europa y África. Si One of Us es identificable por su alcance europeo, en Political Network for Values es obvia la vocación de llegar a América. 

Preside el club Katalin Novák, la ministra de Familia del Gobierno de Viktor Orbán, en Hungría, un país cuyo modelo levanta suspiros de envidia en estos círculos. El vicepresidente es Rodrigo Iván Cortés, a su vez líder del Frente Nacional por la Familia de México, otro país que funciona como surtidor de cuadros y proyectos en este ámbito, y donde Vox está haciendo un especial esfuerzo de implantación.

España está abundantemente representada en Political Network for Values. Y no sólo con Mayor Oreja. Una mujer próxima al exministro del Interior, Lola Velarde, es la directora ejecutiva. Ignacio Arsuaga forma parte de la junta directiva, además de su compañero en Citizen Go Brian Brown.

Luis Peral, exsenador y exconsejero en Madrid con el PP, uno de los impulsores de la iniciativa para forzar al Tribunal Constitucional a dictar la sentencia de la Ley del Aborto, forma parte del consejo asesor. En el “comité de expertos” de Political Network for Values figura Luca Volonté, fundador de Terra Novae y miembro también del patronato de Citizen Go.

“El papel de España es clave” en la red por su “vocación de puente entre España y América”, explica a infoLibre la directora general, Lola Velarde, en respuesta por escrito. Velarde afirma que son “referentes” tanto Mayor Oreja como la ministra de Familia húngara, “una entusiasta promotora de los valores que nos unen”. “Ella es artífice, entre otras cosas, de una política familiar única en Europa, que ha logrado indicadores de éxito muy llamativos”, explica [ver aquí la respuesta completa de Velarde].

Political Network for Values tiene prevista para noviembre una “cumbre transatlántica” en Budapest donde están confirmados, junto a Mayor Oreja y Arsuaga, las ministros de Familia de Hungría, Polonia y Eslovaquia, la secretaria nacional de Familia de Brasil, el secretario de Estado para la Ayuda a los Cristianos Perseguidos y del Programa Hungría Ayuda y las líderes de Family Watch International y el International Centre on Sexual Exploitation, dos marcas del movimiento cristiano radical en Estados Unidos, entre otros. Además, estaba prevista la participación de Alejandro Chafuén, director del Acton Institute, “influyente dentro de Atlas Network”, uno de los mayores lobbies de presión mundial detrás de ideas ultraliberales”, según el centro de investigación Al Descubierto, que vincula a Atlas Network con la FAES de José María Aznar. Finalmente, no podrá acudir, confirma Political Network for Values.

Citizen Go aparece entre los patrocinadores de esta cumbre, que reserva a Vox un espacio privilegiado, con la confirmación de ponencias del eurodiputado Hermann Tertsch y la diputada en el Congreso Lourdes Méndez Monasterio. La cumbre se realiza en un momento de potente actividad internacional de Vox, que gana aliados en América Latina y Estados Unidos –directamente o a través de la Fundación Disenso– al mismo tiempo que en Europa se acomoda cada vez más en del bloque nacionalista de Hungría y Polonia. Hazte Oír-Citizen Go y Vox pueden presumir de haberse incorporado al movimiento cristiano radical en pie de igualdad con los extremistas protestantes, histórica vanguardia del frente provida, profamilia y anti-Lgtbi.

Abascal, Leonor Tamayo, Enrique Jaureguízar, presidente de Médicos por la Vida, e Ignacio Arsuaga, en una Marcha por la Vida de 2015 / HO

La internacional antifeminista

Junto a Hazte Oír, forma también parte de One of Us la asociación Profesionales por la Ética, ligada a su vez al conglomerado de Arsuaga. Profesionales, otra organización clave para entender el despliegue internacional del lobby integrista español, es fundadora –junto a la belga Woman Attitude y la francesa Femina Europa– de Women of the World (WoW), red internacional dedicada al combate contra el “feminismo radical” y el lobby Lgtbi y a la defensa del rol maternal de la mujer.

Su coordinadora general, máximo cargo ejecutivo, es la española Leonor Tamayo, expresidenta de Profesionales, conocida por su activismo “provida”, antiizquierdista, contra el “lobby Lgtbi” y de objeción de conciencia ante la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Tamayo fue además en 2015 la anfitriona de un homenaje brindado por figuras y colectivos de la derecha católica a los diputados más antiabortistas del PP, enfrentados a Mariano Rajoy y algunos de los cuales, como Méndez Monasterio, acabaron formando parte de la escisión por la derecha del PP que es –en parte– Vox. Women of the World cuenta con asociaciones en 15 países de Europa, América, África y Asia. De España, figuran Citizen Go –global ya, en realidad–, el Instituto de Política Familiar, Cidevida, Enraizados, Actúa Familia y Temp de Dones.

Profesionales está además integrada en Euthanasia Prevention Coalition, Life is Beautiful y Family Rights Caucus.

Otro referente del despliegue internacional del movimiento provida español es Jorge Soley, que fue fundador y presidente de la organización belga European Dignity Watch. European Humanist Federation, ONG defensora de las sociedades laicas en la UE, atribuye a European Dignity Watch la creación de una “red de expertos que se reúnen con los eurodiputados y los funcionarios de la UE para proporcionarles análisis e investigaciones científicas desde el punto de vista de la lucha contra el aborto”. Aunque en el periódico Actuall, ligado desde su origen en 2015 a Hazte Oír, Soley se presenta aún como presidente de European Dignity Watch, en respuesta a preguntas de infoLibre asegura que “fue disuelta y ya no existe”. Soley es hoy patrono de la Fundación Pro Vida de Catalunya.

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