Urkullu anima a Bergolio a que acuda a lo largo de 2015 al Santuario de Loyola con motivo del primer año jubilar del camino de San Ignacio
COMENTARIO: Paralela a la obsesión de los obispos por mantener sus privilegios, va la de los políticos por utilizar la religión. En ambos casos se produce una vulneración de la separación del Estado y las confesiones religiosas. Diríamos que ambos pretende sacar provecho mutuo de esta relación sin importar los derechos conquistados por la ciudadanía.
El lehendakari, Iñigo Urkullu, ha escrito una carta al papa Francisco invitándole a visitar Euskadi a lo largo de 2015 con motivo del primer año jubilar del camino de San Ignacio, han confirmado a Efe fuentes de la Presidencia vasca. El lehendakari ha cursado la invitación al papa Bergoglio a través del presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, que fue obispo de Bilbao, según ha adelantado Radio Euskadi.
En su carta, remitida hace 15 días, Urkullu invita formalmente al pontífice a que visite a lo largo de este año el Santuario de Loyola de Azpeitia, coincidiendo con el primer año jubilar del camino ignaciano, que arranca el 31 de julio.
El lehendakari y el presidente de la Conferencia Episcopal Española hablaron sobre la conveniencia de invitar al papa durante el acto de proclamación de Felipe VI, después de que Urkullu hubiera tratado previamente esta cuestión con los jesuitas de Loyola.
La invitación formal tiene como base la pertenencia del papa argentino a la orden de la Compañía de Jesús desde que era novicio, en los años 70.
Los jesuitas del Santuario de Loyola de Azpeitia, localidad donde nació el fundador de la Compañía de Jesús, vivieron hace un año con “enorme emoción” la elección del cardenal Jorge Mario Bergoglio como nuevo pontífice aunque ninguno de los jesuitas que viven actualmente en Loyola le conoce.
Tampoco existe “constancia documental” sobre alguna visita de Bergoglio al lugar donde está “la raíz” de la Compañía de Jesús, donde se produjo la conversión de San Ignacio en su casa-torre natal.
