Aunque escrito con una intencionalidad que el propio título «laicismo radical» avanza, el autor no puede por menos que reconocer el respeto de Fermín Salvochea a los creyentes, si bien se muestra beligerante con los privilegios de la iglesia de su época, por lo que hemos considerado de interés dar a conocer esta figura gaditana que aprobó un nuevo Reglamento de Beneficencia Municipal que eliminaba las Juntas Parroquiales y prescindía de los miembros del clero; secularizó el cementerio municipal; eliminó todos los símbolos religiosos de las calles,…
Era miembro de una familia mercantil de la ciudad. Su madre era prima hermana de Mendizábal (el autor de la desamortización los conventos de regulares) y su padre un comerciante acomodado que se dedicaba a la exportación de vinos a Inglaterra. Nacido el 1 de marzo de 1842, se educó en el colegio de San Felipe Neri.
Con quince años se trasladó a Inglaterra para estudiar el idioma y las últimas técnicas mercantiles. Los cuatro años en los que permaneció en dicho país fueron fundamentales en la conformación de sus ideas. Allí entró en contacto con los escritos del promotor del liberalismo y la democracia Thomas Paine, que le convenció de la unión y hermandad de los hombres por encima de nacionalidades y fronteras, y conoció personalmente a Charles Bradlaugh y a Robert Owen. El primero le hizo reflexionar sobre el ateismo, aunque esto no impidió que mostrase siempre un gran respeto a las creencias religiosas e ideas ajenas. Pero la influencia más importante de Salvochea durante su estancia en Inglaterra fue el socialismo utópico de Owen, coincidiendo con su visión de la religión como contraria a la libertad del ser humano.
Cuando llegaron al poder municipal los republicanos federales “intransigentes” bajo la dirección de Salvochea, trataron de imponer en Cádiz las consecuencias laicistas del proyecto secularizador republicano. El protagonismo eclesiástico de la confrontación pasó a manos del gobernador eclesiástico Fernando Hüe y Gutiérrez, que tuvo que luchar contra las medidas locales de Salvochea, dictaminadas por los dos Consistorios republicanos que se sucedieron, el de marzo y el de julio de 1873, y por el Comité de Salud Pública, buscando, y encontrando, el apoyo del Gobierno de la república.
Entre marzo y julio de 1873, el primer Ayuntamiento de Salvochea derribó el convento de monjas e iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria; aprobó un nuevo Reglamento de Beneficencia Municipal que eliminaba las Juntas Parroquiales y prescindía de los miembros del clero; secularizó el cementerio municipal; eliminó todos los símbolos religiosos de las calles; se apropió de los templos de los conventos desamortizados de La Merced, Santa Catalina y San Francisco, así como de sus obras artísticas, e intentó vender la Custodia del Corpus Christi.
En julio, Miguel Mendoza, alcalde interino, y Salvochea como presidente del Comité de Salud Pública del Cantón de Cádiz, prohibieron el culto externo, se apropiaron de todas las iglesias menos las parroquias, así como de los dos conventos de monjas que quedaban abiertos en Cádiz, y desalojaron al Seminario Conciliar de San Bartolomé de la parte alta del edificio de Santiago, antiguo convento de los jesuitas.
- MAURICE, J., et. al., Fermín Salvochea: un anarquista entre la leyenda y la historia, Cádiz, Quorum Editores, 2009.
- MORENO APARICIO, I., Aproximación histórica a Fermín Salvochea, Diputación Provincial de Cádiz, 1982.
- PARRILLA ORTIZ, P., El Cantonalismo Gaditano, Ediciones de la Caja de Ahorros de Cádiz, Cádiz, 1983.
- PUELLES, F. de, Fermín Salvochea. República y anarquismo, Sevilla, 1984.
- MARCHENA DOMÍNGUEZ, J.,
- “Aspectos literarios de Fermín Salvochea”, en Cuadernos de Ilustración y Romanticismo, Cádiz, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz, núm. 10, 2002, pp.69-75
- “Fermín Salvochea en vísperas de la “Gloriosa”. Aproximación ideológica”, Trocadero. Revista de Historia Moderna y Contemporánea, núm. 1, 1989, pp. 161-176.