Ponencia presentada en la Jornada Laicista de Talavera, 2006
No cabe ninguna duda de que vivimos un momento histórico de transformación. Uno de esos momentos dialécticos en los que el modelo antiguo empieza a sentir que se agrietan sus elementos estructurales básicos, mientras que el nuevo modelo, del que apenas sí somos capaces de vislumbrar sus primeros signos confusos, todavía no ha mostrado los límites de su constitución. No obstante, la nueva síntesis tendrá que albergar, por fuerza, algunos elementos de las etapas anteriores con los que construir la nueva estructura, por eso es importante conocerlos. Si aceptamos una concepción fatalista y determinista de la historia, en ese caso no nos queda más remedio que sentarnos a esperar y actuar como meros notarios de lo que acontezca. Pero si tenemos una concepción abierta y participativa de la historia, de la que no seríamos meros espectadores, sino sujetos agentes, entonces cobra una relevancia extraordinaria la reflexión como paso previo a la praxis transformadora.
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