Una delegación de la Federación de Bruselas de las Sociedades librepensadoras acudió el domingo 19 de abril de 1931 al monumento a Ferrer i Guardia, levantado en su momento en la capital belga, y que Alfonso XIII quiso que se retirara, con motivo de la proclamación de la República española.
Los representantes del libre pensamiento belga acudieron al monumento con su bandera a la que pusieron dos grandes cintas con los colores de la República. La idea era depositar las cintas simbólicas en el monumento, pero no se les autorizó a hacerlo porque aún no había sido reconocido oficialmente el Gobierno de la República.