En el legado musulmán clásico y en el Corán no existe ninguna relación entre el término Hiyab y la vestimenta. Es decir, la palabra Hiyab en el árabe clásico no guarda relación con el velo, sino que es un elemento de separación entre dos estancias, dos mundos o dos dimensiones, puede ser una cortina, un biombo, una celosía, la ignorancia, el desconocimiento, la inconsciencia, etc…
El término Hiyab en el Corán aparece en ocho aleyas y ninguna de ellas tiene nada que ver con el uso actual que alude a la vestimenta.
Azora de La Consulta (As-shuurah) aleya 51
No es propio que Allah le hable a ningún ser humano, excepto por inspiración, o detrás de un Hiyab, o por medio de enviar a un mensajero que le inspire con Su permiso lo que Él quiera. Verdaderamente Él es el Excelso, el Sabio. (51)
Azora Se ha Expresado con claridad (Fussilat), aleya (5)
Y dicen: Nuestros corazones están cerrados a lo que nos llamas, en nuestros oídos hay sordera y entre nosotros y tú hay una separación (Hiyab), así pues, actúa en consecuencia, que nosotros también lo haremos. (5)
Azora de Saad, aleya (32)
…dijo: He amado lo bueno más que el recuerdo de mi Señor, hasta el punto de que (el sol) se ha ocultado tras el Hiyab (de la noche). (32)
Azora de María, aleya (17)
Y recuerda en el Libro a Maryam cuando se apartó de su familia retirándose en algún lugar hacia oriente. (16) Entonces se ocultó de ellos tras un Hiyab y le enviamos a Nuestro espíritu* que tomó la apariencia de un ser humano completo. (17)
Azora del Viaje Nocturno aleya (45)
Y siempre que recitas el Corán ponemos entre tú y los que no creen en la Última Vida un Hiyab protector. (45)
Azora de Al-a´raaf aleya (46)
Entre ambos grupos habrá una separación (Hiyab), y sobre las «alturas de reconocimiento», habrá unos hombres que reconocerán a cada uno por sus signos. Cuando llamen a los compañeros del Jardín les dirán: Paz con vosotros. Pero ellos no podrán entrar en él, aunque lo desearan intensamente. (46)
Y en la única aleya en la que aparece ligado a las mujeres de algún modo, tampoco tiene que ver con ningún tipo de vestimenta. Es lo que viene recogido en la Azora 33 aleya 53:
¡OH VOSOTROS que habéis llegado a creer! No entréis en las casas del Profeta a menos que se os autorice a ello; [y cuando seáis invitados] a una comida, no debéis [acudir temprano y] esperar a que sea preparada: pero cuando seáis invitados, entrad [en el momento justo]; y cuando hayáis comido, retiraos y no os quedéis por el mero afán de conversar: esto, ciertamente, ofendería al Profeta, pero le daría vergüenza por vosotros: sin embargo Dios no se avergüenza de [enseñaros] lo que es correcto. Y [en cuanto a las esposas del Profeta,] si tenéis que pedirles algo que necesitéis, hacedlo desde detrás de una cortina (Hiyab): esto contribuirá a la pureza de vuestros corazones y de los suyos. Además, no debéis causar ofensa alguna al Enviado de Dios –ni casaros jamás con sus viudas una vez desaparecido él: eso ante Dios sería, ciertamente, una atrocidad.
Quitando el hecho de que esta aleya hace referencia en exclusiva a las mujeres del Profeta y cuyo contexto responde a los excesos y abusos por parte de algunos Sahaba o compañeros del Profeta, la paz sea con él, cuando entraban de forma atropellada a su casa con conductas reprobables hacia sus mujeres, la cuestión fundamental es que la aleya del Hiyab no hace referencia a ninguna vestimenta ni atuendo alguno.
En las obras de Sahih Al-Bujari y Sahih Muslim vienen recogidos relatos o hadices sobre el casamiento entre el Profeta y Zainab Bint Yahsh, donde se usa el término Hiyab en el mismo sentido, es decir, una cortina que separa las estancias dentro de la casa.
La alteración del significado del término Hiyab en el uso actual es en sí algo sintomático y nos indica que no sólo ha habido una evolución semántica del término sino una alteración conceptual global del lenguaje del Mensaje del Islam. En el siguiente capítulo abordaremos los orígenes argumentales del velo.
Houssain Labras, Presidente del Instituto Teológico de Estudios Islámico (ITEI)