PSOE, PP, Vox y Sumar apenas dedican espacio a la religión, aunque sus escasas apelaciones muestran diferencias claras en su consideración del hecho religioso.
Las estadísticas muestran una España donde su población se identifica cada vez menos con la religión. Es este un país donde la mayoría de sus ciudadanos siguen definiéndose como católicos, pero cuya práctica religiosa ha caído a mínimos históricos y en donde las minorías religiosas (como la protestante) a pesar de su notable crecimiento, continúa quedando algo apartada del debate social y político.