La escritora y filóloga Najat El Hachmi ha inaugurado la segunda edición del Ciclo Internacional de Conferencias ‘FeminisMES’ organizado por el Instituto Universitario de Estudios Feministas y de Género Purificación Escribano de la Universidad Jaume I, donde ha apuntado que «la izquierda busca mujeres musulmanas con pañuelo para crear sentido de incluisión, pero perpertúa el sistema machista».
El programa, que ha arrancado este lunes, persigue acercar temas de actualidad dentro del movimiento y la teoría feminista en todas sus formas al público castellonense y la comunidad universitaria, según ha informado la UJI en un comunicado.
En la ponencia inaugural, El Hachmi ha presentado su obra más reciente, ‘Siempre han hablado por nosotras’, un ensayo mediante el que la autora analiza y reflexiona sobre la identidad y feminismo desde la perspectiva de «una mujer inmigrante e hija de familia marroquí».
Para la filóloga, el libro es un «manifiesto feminista que trata temas que me provocaban un malestar muy importante, con una clara voluntad de que sea un texto accesible para todos los públicos», y ha añadido que «las generaciones de mujeres más jóvenes nacidas en familias musulmanas tienen un desconocimiento muy importante sobre estos temas tanto aquí como en sus países de origen». «Lo primero de lo que me di cuenta al empezar a escribir el manifiesto fue que, pese a llevar mucho tiempo hablando y reflexionando sobre el tema, tenía un cierto miedo y precaución. Muchas de las cosas de las que puedo hablar hoy en su momento no las podía verbalizar ni expresar en voz alta», ha asegurado.
LA LEY DEL SILENCIO
La escritora ha recordado que la «imposición de la ley del silencio» sigue existiendo. Refiriéndose a las «mujeres que habiendo nacido en familias musulmanas hemos decidido hacer un posicionamiento feminista y laico», ha subrayado que la ley del silencio «se articula de muchas formas» como el «chantaje de la pertenencia».
El Hachmi ha asegurado que «en el entorno en el que yo crecí había un mundo muy diferente para hombres y para mujeres. La educación y la cultura domestican y naturalizan un discurso de violencia que se instaura dentro de un conjunto de códigos y hace que nos acomodemos a una situación que nos provoca malestar como mujeres».
En el mismo sentido, ha declarado que «si te enfrentas a la realidad machista del islam te conviertes en una traidora en tu grupo de pertenencia. Nadie quiere ser traidor, es algo muy duro. Es un chantaje que radica en la expulsión de este grupo, va más allá del simbolismo o lo material». «Existe una forma más sutil de hacernos callar que es la que hace referencia al miedo al racismo», ha explicado la escritoroa, quien ha añadido que «si explicas la situación de violencia en la que vives la respuesta es racismo y rechazo. Es un mecanismo que se interioriza, crees que como mujer no puedes hablar de lo que sufres porque se llega a la conclusión de que nosotras representamos ese machismo y somos el problema». Para la filóloga catalana, el «antídoto» es el conocimiento real y amplio de la historia del feminismo.
En cuanto a la política, El Hachmi ha defendido que existen partidos que utilizan una realidad que desconocen, «se apropian del discurso de las feministas y lo utilizan para sus causas». «Les interesa el estereotipo de la mujer musulmana sometida a este contexto. Las que salimos a protestar contra las reglas recibidas no les valemos y somos atacadas», ha dicho.
Siguiendo en el mismo ámbito, ha añadido que la izquierda, frente al auge de la extrema derecha, ha optado por posicionarse de forma contraria a ella. «Si la derecha rechaza el islam, la izquierda lo acerca y lo promueve. Esto es un error, puesto que echa tierra sobre todo el trabajo que hacemos las feministas laicas de origen musulmán».
Para la escritora, este «engañoso antirracismo también pide que nos callemos, que no denunciemos la situación que hemos vivido porque si lo hacemos fomentamos el racismo».
«VISIÓN SIMPLISTA DEL MUNDO ISLÁMICO»
La escritora ha advertido sobre la «visión simplista y reducida del mundo islámico», puesto que esa falta de información deja a las mujeres de origen musulmán «en situación de vulnerabilidad por lo que fácilmente se nos puede vender el discurso machista».
«El islam es una religión con mucha carga misógina que presenta un sistema de discriminación como algo normalizado», ha apuntado. También ha defendido que, debido a esto, parece que las experiencias vividas «son un tópico, cuando el machismo en el islam es la verdad contra la que estamos luchando desde hace mucho tiempo». «El islam no es una víctima. Tiene potencia y recursos poderosos para poder mantener sus discursos.
Ahora los partidos de izquierdas van a la búsqueda de mujeres musulmanas con pañuelo para crear sentido de diversidad e inclusión, pero niegan un sistema machista y lo perpetúan», ha subrayado. Para la ponente, lo realmente «preocupante» es el discurso que les llega a las generaciones más jóvenes. «Las mujeres deben cumplir una característica indispensable para pertenecer a la comunidad musulmana.
El pañuelo.
Se les dice que deben taparse, que es un acto de resistencia identitaria ante la opresión del sistema». Una realidad que termina por «normalizar la violencia machista y la discriminación de la religión musulmana». Adoración Sales, secretaria del Instituto Universitario de Estudios Feministas y de Género Purificación Escribano, ha querido agradecer como entidad organizadora de las jornadas a El Hachmi su participación en la inauguración del Ciclo Internacional de Conferencias ‘FeminisMes’ y ha recomendado la obra de la escritora tras leer una cita del libro, puesto que «habla de feminismo, pero de muchas más cosas. Es un manifiesto precioso, un libro que afecta a todos y a todas».
