Yolanda Díaz señala que tiene, como Franco, las “manos manchadas de sangre”
Visiblemente emocionada, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, anunció ayer que el Ministerio de Trabajo ha retirado la medalla al mérito del trabajo a Francisco Franco y a otros nueve destacados cargos del régimen franquista, en virtud de la entrada en vigor de la Ley de Memoria Democracia. Entre estas figuras, que se irán ampliando, tal como ha señalado Díaz, se incluye el cardenal Enrique Plá y Deniel, quien, al igual que otras personalidades del régimen franquista, “tienen las manos manchadas de sangre”.
Así, en declaraciones recogidas por Europa Press, la vicepresidenta ha señalado que esos reconocimientos a dirigentes franquistas, recopilados en el denominado ‘Libro de Oro’, suponen una “infamia” y que es necesario restablecer la “dignidad”, “la justicia” y “reparación” acorde con el mandato democrático. “No puede haber zonas de sombra en esta materia”, ha aseverado.
“No volvemos al pasado, miramos al futuro y asumimos un mandato ético y legal que es ineludible y que niega la amnesia (respecto a los dirigentes de la dictadura de Francisco Franco)”, ha añadido la ministra de Trabajo.
Quién fue Enrique Plá y Deniel
Enrique Plá y Deniel fue obispo de Ávila, Salamanca, y, finalmente, cardenal y arzobispo primado de Toledo, muy cercano al régimen de Franco. De hecho, durante la Guerra Civil, el purpurado cedió el Palacio Episcopal para que Franco hiciese uso de él como residencia, mientras que el propio Plá y Deniel se trasladó al seminario de San Carlos.
En 1936, tituló una de sus cartas pastorales ‘Las dos ciudades’ y, en ella, con referencias a la ciudad terrenal y la ciudad celestial de San Agustín, quiso fundamentar la Guerra Civil como cruzada contra la “España sin Dios”. Su cercanía, primero, al bando sublevado y, después, al régimen de Franco, le hicieron ganar la medalla al trabajo que ahora se le retira.