La prohibición del burka y el niqab figurará en la futura ley de libertad religiosa La Generalitat cree que hay mecanismos para impedir su uso y no legislará al respecto
Un nuevo día, una nueva Administración que se sube a la ola antiburka. Tras Lleida, El Vendrell, Tarragona y Barcelona, el Gobierno central anunció ayer, por boca del ministro de Justicia, Francisco Caamaño, que también quiere prohibir el velo integral islámico en los edificios públicos. A diferencia de la capital catalana, que ha aprobado el veto por la vía del decreto basándose solo en argumentos de seguridad ciudadana, el Ejecutivo lo llevará a cabo a través de una ley –la de libertad religiosa, aparcada en principio hasta el otoño, pese a sus promesas de que se presentaría antes del verano– y por motivos que giran también en torno a la dignidad de la mujer.
«No parece que el burka sea el gran problema de la libertad religiosa –señaló Caamaño–. Creemos que el burka y otros atuendos son difícilmente compatibles con la dignidad del ser humano, y en particular de la mujer, y con elementos fundamentales en los espacios públicos como es la identificación». La ministra de Igualdad, Bibiana Aído, incidió en esta tesis: «Dificulta la integración, puede generar problemas de inseguridad y atenta contra la dignidad y la igualdad. Es necesaria una regulación a nivel general».
«La ley no especificará si el burka se prohibe aquí o allí», dijeron fuentes del ministerio. Solo mencionará que el uso de la prenda debe «limitarse» en los «espacios públicos». La próxima semana, a instancias del PP, el Senado discutirá el asunto.
LOS INSTRUMENTOS / Sin embargo, pese a que el movimiento antiburka ha surgido de Catalunya, la Administración autonómica no se plantea una medida similar. El vicepresidente del Govern, Josep Lluís Carod-Rovira, dijo ayer que «la Generalitat no recurrirá a una legislación para el burka», porque cree que existen suficientes mecanismos legales para impedir la presencia en lugares públicos de personas con la cara oculta por un velo integral, un pasamontañas o un casco. Aun así, Carod, de ERC, dijo respetar la autonomía local en este tema. Tanto su partido en El Vendrell como el PSC en Lleida, Tarragona y Barcelona han respaldado el veto de la prenda.
