A principios de año, el Gobierno de España afirmaba, ante una petición del senador de Compromís en aquel momento, Carles Mutet, que la Pirámide de los Italianos, el túmulo levantado en 1939 para enterrar a los soldados de Mussolini que murieron en la batalla del Puerto del Escudo, formaría parte del catálogo de símbolos y elementos contrarios a la Memoria Democrática, lo que en la práctica supondría su demolición. Sin embargo, el Ministerio de Presidencia, con una dirección en funciones, ha afirmado ahora que “no se opone” a que esta estructura en el Valle de Valdebezana (Burgos) sea declarada Bien de Interés Cultural (BIC), pero pone condiciones.
En concreto, y como señalan diferentes medios de la comunidad vecina, reclama a la Junta de Castilla y León “aclarar” la titularidad del túmulo, definir su uso posterior e incluir el modo en que se reinterpretaría para que se ajuste a la Ley de Memoria Democrática. En este sentido, el Estado recuerda el artículo 36 de dicha ley, que señala que “en caso de que concurran razones artísticas o arquitectónicas que obliguen a mantener elementos contrarios a la memoria democrática habrá que incorporar una mención orientada a la reinterpretación”, siempre conforme a la ley.