La procesión se detiene en el local del partido que gobierna en el municipio y los ediles de PSPV y UPdN la abandonan
El altar fue instalado por iniciativa de una parte de los afiliados locales
La procesión del Corpus Christi en Nàquera ayer por la tarde creó tensiones con una parada algo peculiar. La marcha se detuvo frente a la sede de Vox en el municipio, partido en el gobierno junto al PP desde las elecciones del año pasado. Según la tradición local, es el vecindario quien se encarga de montar estos altares en la vía pública y los miembros del partido hicieron lo propio en la sede local, ante lo que el párroco del municipio decidió detener la marcha católica para rezar frente al altar.
Según fuentes del partido de gobierno, el crucifijo fue instalado a iniciativa de una parte de los afiliados, que decidieron participar en el acto religioso con el montaje de este punto donde poder rezar a lo largo de la procesión.
La parada tuvo una consecuencia directa en los miembros de la corporación municipal, ya que tanto los ediles del PSPV y de UPdN, presentes en el acto, abandonaron la procesión. Según explican, con este acto «se mezclan los símbolos políticos con los eclesiásticos, algo que está totalmente fuera de lugar». Además, los miembros de UPdN también hacen alusión a que en estos momentos se celebra la campaña electoral de las elecciones al Parlamento Europeo del 9 de junio, por lo que es «un altar oportunista y desafortunado».
Los partidos locales hacen referencia a la intromisión que supone que un partido político interfiera en las tradiciones locales que celebra el municipio como es el Corpus Christi.