Vox ha vuelto a acusar a Irene Montero de “fomentar la pedofilia” y la ha comparado con el derecho al aborto, pero ni su enmienda ni las del PP y Ciudadanos han logrado suficientes apoyos
La reforma que amplía el derecho al aborto ha pasado su primer examen en el Congreso. El pleno se ha plantado contra los intentos de frenarla de PP y Vox y el empeño de Ciudadanos de regular la gestación subrogada. Eran las tres formaciones que han defendido enmiendas a la totalidad a uno de los proyectos estrella del Ministerio de Igualdad, que han sido rechazadas por la mayoría de la cámara. Así ha ocurrido también con la Ley Trans en la misma mañana, que igualmente las derechas han intentado tumbar ante el respaldo del resto de la cámara.
El debate ha sido utilizado por Vox para desplegar su argumentario antiaborto y agitar de nuevo la acusación de “apología de la pederastia” contra Irene Montero por unas palabras suyas sobre educación sexual. La diputada Lourdes Méndez ha llegado a asegurar que la norma “educará a los niños en la promoción del aborto y la anticoncepción, legitimando el libertinaje sexual e incluso la pedofilia, según las declaraciones de la ministra”. Y ha proseguido: “El aborto es la exaltación de la revolución sexual en sus más devastadores extremos, la pedofilia también”.
Son varias las parlamentarias de otras formaciones, entre ellas Pilar Valluguera, de ERC, Bel Pozueta, de EH Bildu, o Rosa Méndez, del PSOE, que han respondido a las palabras de la representante de Vox y que se han solidarizado con la titular de Igualdad. “Da igual si está legislado o no, las mujeres abortan igual, lo llevan haciendo toda la vida. Lo único que hace la ley es que se haga con garantías”, ha defendido la diputada republicana. “La educación sexual es algo muy serio y no deberían permitirse los bulos en esta cámara y que la presidencia no actúe”, ha añadido la diputada de Unidas Podemos, Sofía Castañón.
Desde Bildu, Pozueta ha advertido a las derechas de que “han perdido la batalla” porque “las mujeres somos dueñas de nuestros cuerpos y es una conquista social que no tiene vuelta atrás. Ustedes son pasado y nosotras somos presente y futuro”. Por su parte, la socialista Méndez ha denunciado que las propuestas de retroceso “quieran devolvernos a esa España en blanco y negro en la que las mujeres estaban tuteladas” y ha lamentado “tener que reclamar lo evidente, que la maternidad es una opción y no una obligación”.
La norma incluye una batería de medidas, entre ellas, regula la objeción de conciencia y refuerza el derecho al aborto en la sanidad pública. Revierte, además, la reforma que el PP emprendió en 2015 para restringir el derecho de las chicas de 16 y 17 años a abortar sin consentimiento paterno y contempla por primera vez en una legislación la salud menstrual.
El PP, sin entrar al fondo
Irene Montero, presente en la cámara, ha defendido la iniciativa y ha acusado al PP y Vox de “despreciar la libertad sexual” y de intentar “prohibir o dificultar el derecho al aborto”, algo que, por otro lado, “no hace que desaparezcan, solo pone en riesgo las vidas” de las mujeres. En el tema de la educación sexual se ha detenido también la ministra: “La educación sexual se produce a lo largo de toda la vida, queramos o no. La pregunta es si queremos que las bases sean la pornografía violenta y que se busquen ellos la vida o con apoyos educativos adecuados (…) La ausencia de educación sexual en las escuelas solo beneficia a los agresores”, ha manifestado.
El PP, por su parte, se ha escudado en el trámite de urgencia reclamado por el Gobierno y aceptado por el Congreso para cargar contra la norma. “Se busca hurtar el debate y el trabajo parlamentario”, ha dicho la diputada Marta González, que apenas ha entrado en el fondo del asunto. La parlamentaria ha calificado la reforma de “innecesaria e inoportuna”, ha acusado al Ministerio de Igualdad de “inventarse un problema” y de “ser temerario” por “no esperar a que el Tribunal Constitucional resuelva el recurso” que su misma formación presentó contra la ley del aborto de 2010.
Al igual que las enmiendas de devolución de PP y Vox, también ha sido rechazada por la cámara la enmienda con texto alternativo de Ciudadanos, con el que proponía una regulación de la gestación subrogada. La diputada Sara Giménez ha echado en cara “a los conservadores” que “no quieran debatir sobre ampliar los derechos de las mujeres” y al mismo tiempo al PSOE y Unidas Podemos por “criminalizar a las familias por gestación subrogada” y se ha erigido como “el único partido” que “decimos sí a la ampliación de libertades”.
Ninguna formación ha aceptado la propuesta de la formación naranja. “Los cuerpos de las mujeres son mucho más que meras máquinas reproductoras, ni se compran ni se venden para parir”, ha respondido la socialista Méndez. Por su parte, Joseba Agirretxea, del PNV, ha puesto sobre la mesa que la iniciativa de Ciudadanos “se trata de una proposición de ley” diferente a la del aborto, mientras que ante el Gobierno ha reconocido que hay cosas que no le gustan de la reforma al considerar que “hay muchas cosas que creemos que no se deberían haber tocado” de la norma aprobada hace 12 años por Zapatero.