El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, ha condenado de forma tajante “los actos vandálico” registrados contra el Belén instalado en la plaza del Bispo Cesáreo, que ha suscitado la polémica en la ciudad.
“Podrá gustar o no gustar pero lo que es intolerable es que a quien no le guste se dedique a utilizar la fuerza”, ha esgrimido Pérez Jácome, quien ha avanzado la posibilidad de trasladar el Belén a dependencias municipales donde “esté a cubierto y salvaguardado” para evitar nuevos destrozos.
En un comunicado remitido a los medios, ha lamentado los destrozos registrados en algunas de las figuras en torno “a las cuatro y media de la madrugada”.
Por otro lado, ha abundado que la vigilancia de seguridad ya ha identificado a una persona como presunta autora de los daños, situación de la que ha dado traslado a la Policía Local.
Respecto a las críticas hacia el Nacimiento, ha defendido que la idea del gobierno de Ourense sigue siendo “instalar un enorme Belén, de diseño” y convertirlo en uno de los mejores “de España” para “próximas ediciones”.
Además de los daños, esta mañana el pesebre seguía sin el Niño Jesús, que está desparecido desde ayer.