Por tradición y por Ley, desde 1965 que el Concejo Metropolitano lo incluyó en la ordenanza municipal 1081, Quito rinde culto a la advocación de la Virgen considerada la primera ciudadana de la capital, en un Estado Laico.
La Ordenanza 1081 obliga a la celebración anual del Te Deum en Fiestas de Quito. Por última ocasión, este año el alcalde Mauricio Rodas entregó las ofrendas al Monseñor René Coba, en representación del Arzobispo Fausto Trávez. Se encendió el cirio pascual y se quemó el incienso como parte de la tradición.
Coba recordó la importancia de la imagen religiosa para la ciudad, pues la ha acompañado desde su fundación.
Durante la misa participaron en las lecturas María Fernanda Pacheco, presidenta del Patronato Municipal San José; Eduardo Del Pozo, concejal; Daniela Almeida, Reina de Quito, y las integrantes de su corte.
Con la salida de los participantes a través de la calle de honor de la banda Municipal, terminó la jornada de fiestas que empezó más temprano con el embanderamiento de la ciudad.