La Iglesia fue galardonada en la persona del arzobispo de Barcelona «por su servicio social»
COMENTARIO: Qué fácil resulta reconocer los méritos de quienes realizan su labor con los fondos públicos que aporta toda la ciudadanía. Así no parece difícil realizar una labor social. No parece que los gobernantes de la Generalitat hayan tenido en consideración este aspecto, ni otros que enturbian la labor eclesiástica, pero si es posible que hayan tenido en cuenta la coincidencia política. Una vez más religión y política se dan la mano por parte de quienes gobiernan ambas instituciones, sin asumir la neutralidad que debe presidir la relación del Estado con las confesiones religiosas.
El cardenal arzobispo de Barcelona, Dr. Lluís Martínez Sistach, ha recibido este martes por la tarde la Medalla de Oro de la Generalidad de Cataluña de manos del presidente, Artur Mas. La ceremonia comenzó con la glosa de Francesc Torralba, quien resumió la biografía del cardenal Sistach y destacó que "la correlación entre mística y compromiso, acción y contemplación, es un elemento clave para comprender su vida".
En la glosa inicial, Torralba también describió al cardenal Sistach como un hombre que "ha defendido una laicidad positiva, la independencia entre Iglesia y Estado pero la necesidad de correlación entre ambos".
Tras recibir la Medalla de Oro, el arzobispo de Barcelona se dirigió a los presentes. "Recibo con honor esta distinción. Creo que es un reconocimiento a la labor de la Iglesia en Cataluña, por su asistencia social", apuntó el cardenal Sistach quien también expresó que" el servicio que presta la Iglesia en la sociedad es de mucha magnitud y muy necesaria". Y añadió: "La Iglesia está al servicio del pueblo de Cataluña".
El cardenal Sistach también hizo referencia a la visita del papa Benedicto XVI a Barcelona. Y es que, "Gaudí nos ha dejado una joya que es valorada por todo el mundo".
Finalmente, dio ánimos a todos los presentes: "Es hora de mirar adelante. A pesar de la dureza de la situación, hay que trabajar con esperanza. Como dijo Francisco, no os dejéis vencer por el desánimo y no os dejéis robar la esperanza".
El presidente de la Generalidad explicó que, en teoría, el acto debería haberse hecho a finales del año pasado porque "se celebraban los 50 años de sacerdocio del cardenal Sistach y hacía 25 años de obispado. Y, además, coincidía con los dos años de la visita del papa", pero dijo que este mes "también tiene una simbología porque es el mes en que nació el cardenal Sistach y es el mes que celebramos los patrones de Cataluña".
Artur Mas mencionó los motivos por los que el arzobispo de Barcelona había merecido la Medalla de Oro: "La Medalla tiene que ver con el servicio social de la Iglesia, que liga con las personas anónimas que destacan por su ejemplo. Tener personas comprometidas en esta situación es un tesoro impagado". El presidente de la Generalidad también remarcó las relaciones entre Iglesia y estado: "La dimensión nacional y la dimensión social van siempre cogidas de la mano, íntimamente ligadas".
Artur Mas expresó su opinión sobre el papa Francisco: "Hay que agradecer al cardenal Sistach que, participando en el Cónclave, tuvieran el acierto de hacer la elección del papa Francisco. Han dado un aire que era necesario, el del testimonio del ejemplo, de coherencia entre la palabra y la acción".
El acto finalizó con el canto del coro Francesc Valls y el Himno dels Segadors.
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