Lara, el excarcelado de Herrera de la Mancha, reveló que el capellán introducía cocaína, hachís y heroína.
Lara, un excompañero de prisión de Miguel Carcaño, el asesino de Marta del Castillo, en la cárcel de Herrera de la Mancha, acudió hasta Código 10 para hablar sobre los privilegios de los que estaba gozando el sevillano mientras que cumplía su condena.
«Nos hablaron del capellán y de que lo invitaron a irse, ¿os daba regalitos?», preguntó David Alemán al entrevistado. «Primero trataba contigo para ver si podía confiar en ti y ver qué tipo de persona eres», introdujo Lara la figura del cura.
Los encarcelados no le pedían las cosas directamente, sino que hablaban de su vida. «Luego te preguntaba si necesitabas algo, y con dinero le podías pedir sustancias como hachís y te las traía», reveló. «Lo vi con mis propios ojos», reiteraba.
«El capellán no te pedía dinero, sino la voluntad», indicó, cuando le preguntaron si sacaba beneficio sobre aquellos actos. «Según la cantidad, yo le daba 50 o 100 euros, pero no era lo que costaba la sustancia, sino para él», aseguró.
A pesar de no querer detallar cuáles eran las sustancias que se introducían, acabó revelando que eran heroína y cocaína. «Yo no me drogaba, pero un amigo sí», especificó, añadiendo además que su amigo tenía muy buen trato y que los beneficios los conseguía por la relación.





