Una de las dos películas que representaron a España en el último Festival de Cannes seguirá sin poder verse de momento. ‘Carmen y Lola’, la historia de dos gitanas lesbianas dirigida por la bilbaína Arantxa Echevarría, iba a proyectarse por primera vez ante el público español en la Muestra de Cine y Mujeres de Pamplona, que arranca este viernes su 32 edición. El objetivo de este veterano certamen que organiza el Instituto de Promoción y Estudios Sociales (IPES), sufragado por el Ayuntamiento de Pamplona y el Gobierno de Navarra, es «servir de plataforma de exhibición de los trabajos de las cineastas de todas las nacionalidades y analizar la representación de las mujeres en el cine desde el enfoque de género». Las presiones de colectivos feministas gitanos se han saldado con su retirada de la programación, consensuada con la directora.
La Asociación Gitanas Feministas por la Diversidad ha criticado duramente la película sin verla. Su anunciada asistencia al debate posterior a la proyección en Pamplona ha precipitado los acontecimientos. Harta de soportar «escupitajos, insultos y recriminaciones por la calle y por las redes», Echevarría se negó a participar en la charla. «El IPES llamó a la asociación de gitanas explicándoles que yo no quería entrar en el debate», explica la realizadora en un comunicado. «Estas le contestaron que irían al cine, que movilizarían a todo el mundo con pancartas, con manifestaciones en mi contra y de la película. El IPES, por miedo a las represalias, me comentó que lo mejor era quitar la película de la programación. Me pareció lo más correcto tal y como estaba desarrollándose toda esta montaña de sinsentidos».
Por su parte, el colectivo de feministas gitanas asegura haber sido «vetado» por Echevarría. «La directora se niega a contrastar su obra, su guión recitado por indígenas a quienes dice dar voz, con las propias gitanas. Se niega a que el público vea que nuestra realidad es mucho más rica que su caricatura comercial. Lo que es peor, nos maquilla, nos dobla la voz, nos ‘dirige’ y nos grita ‘¡corten!’ sin dejarnos más recurso que el silencio (…). Tenemos otra producción más de superhéroes, solo que esta vez la superpaya está detrás de la cámara y nosotras somos las exóticas, las sensuales, las oprimidas y las manipuladas, a las que viene a rescatar de nuestro pueblo de salvajes y villanos, sin dejarnos salir ni una coma de su guión. Somos el último modelo de muñeca hinchable», proclaman en un comunicado.
Insultos y escupitajos
‘Carmen y Lola’ cuenta la historia de amor entre dos adolescentes gitanas. Una estudia en el instituto y la otra trabaja en un mercadillo. Su directora comenzó a investigar en 2009 sobre un tema tabú en la comunidad gitana. Contactó a través de chats con gitanas lesbianas, pero no pudo encontrar a ninguna que quisiera dar la cara en la película. Al final, tras un casting a casi mil chicas halló a Zaira Romero y Rosy Rodríguez, gitanas heterosexuales que dan vida a las protagonistas. En el rodaje en el barrio de Hortaleza (Madrid) hubo insultos y escupitajos. «Se nos metían pastores evangélicos, que son el gran problema que tiene ahora la comunidad gitana», lamentaba la cineasta.