El papa creó un organismo para garantizar que sean coherentes con la doctrina social de la Iglesia católica, lo que se aplicará también a la gestión de su propio patrimonio
El Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como el ‘Banco del Vaticano’, obtuvo un beneficio neto de 18,1 millones de euros en 2021, tal y como queda recogido en su informe anual de 2021. En 2020, el beneficio neto había sido de 36,4 millones de euros, por lo que entre un año y otro ha habido una diferencia de 18,3 millones de euros.
El Papa creó este martes un organismo en el Vaticano para analizar las operaciones financieras y las inversiones y garantizar que sean coherentes con la doctrina social de la Iglesia católica, lo que se aplicará también a la gestión de su propio patrimonio.
El organismo está presidido por el cardenal estadounidense Kevin Farrell, prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida (Santa Sede) e incluye a varios expertos: Jean Pierre Casey (Reino Unido), fundador y director general de ‘RegHedge’, una empresa que utiliza la inteligencia artificial para obtener información sobre inversiones a partir de las políticas gubernamentales, coordinador en el Reino Unido de la Fundación ‘Centesimus Annus pro Pontifice’; Giovanni Gay (Alemania), director general de ‘Union Investment Privatfonds GmbH’ y uno de los responsables del ‘Union Investment Group’; David Harris (Suecia), gestor de carteras y socio de ‘Skagen Funds’, con experiencia en mercados bursátiles mundiales e inversiones sostenibles; John J. Zona (EE.UU.), jefe de la oficina de inversiones del Boston College.
Según un comunicado de la Santa Sede publicado en su página web, la comisión de cardenales que ayuda al Papa en el Gobierno de la Iglesia universal ha destacado la «solidez de los datos financieros» en el ejercicio 2021 y «bajo la reserva de las necesidades de capitalización del Instituto», deliberó sobre la devolución de los beneficios.
«El crecimiento de los activos gestionados refleja los buenos resultados obtenidos de la gestión de los activos de los clientes, operando en coherencia y aplicación de los principios de la Doctrina Social de la Iglesia», añade el Vaticano.
El IOR, según la nota de prensa, «siguió manteniendo como prioridad su compromiso de cumplir con todas las normas y reglamentos aplicables, confirmando su transformación cultural».