La alcaldesa estrecha la mano al obispo, tras cerrar una reciente operación de permuta de suelos.
La Plataforma Laicista denuncia que se siga sosteniendo “una red clientelar asociada al confesionalismo católico”. El gobierno local ha reconocido recientemente el pago de 50.000 euros para la hermandad del Cristo de la Expiración para rehabilitar la Ermita de San Telmo, según sostienen
El Ayuntamiento de Jerez ha aprobado recientemente la cuenta justificativa de gasto del 50% de la subvención por 100.000 euros para la cofradía del Cristo de la Expiración por la rehabilitación de la Ermita de San Telmo. Según ha denunciado la Plataforma Laicista de Jerez, a esto se suma que el Consistorio jerezano tiene pendiente una deuda total de 1.276.173 euros con el Obispado (algunas deudas se remontan veinte años atrás), destacando 367.000 euros para la construcción de los servicios sociales de la parroquia de San Juan Grande, 285.000 para la casa parroquial de San Mateo, y 115.000 para la casa parroquial de San Marcos, estos últimos desde 2002.
Asimismo, hay pagos pendientes con diversas hermandades por un total de 58.299 euros desglosados en diferentes partidas (55.000 + 1.562 + 1.737) destinados a la construcción de la casa hermandad de la Expiración, 54.927 euros para la construcción de la casa hermandad del Rocío —motivo incluso de juicio—, 50.019 euros para la construcción de las gradas y palcos a la Unión de Hermandades, y 12.000 euros para la hermandad del Cristo del Amor.
“Hacemos notar que, según nuestra denuncia pública del 18 de febrero de este año, las hermandades del Rocío y del Cristo del Amor ocupan locales de propiedad municipal sin que medie contrato o convenio de cesión con el Ayuntamiento. Desde el Consistorio no hubo problemas por subvencionar la construcción de una casa hermandad en un local de propiedad municipal, pero no se preocupó de legalizar esta supuesta cesión ni de concretar las condiciones de la misma”, han denunciado.
A partir de lo anterior, la organización ha lamentado que el Ayuntamiento “siga sosteniendo una red clientelar asociada al confesionalismo católico, tejida por todos los gobiernos municipales conocidos, desde Pacheco a nuestros días, y que gira en torno a manifestaciones religiosas que, si bien son importantes para muchos vecinos, no pueden ni deben considerarse de interés público en un Estado aconfesional y mucho menos prioritarias en una de las ciudades con mayores dificultades económicas del Estado“. “Seguimos graciosamente dando dinero, ya sea de forma directa y dineraria, vía subvenciones, ya sea en especie, asistencia técnica, dispensa en el pago de tasas, etcétera”, han agregado.
Y simultáneamente, el modelo de ciudad que proponen los gobiernos municipales es el de “un Jerez de atrezzo, en el que cuidar determinados rincones y abandonar barrios enteros, un Jerez para turistas a los que llevar por un recorrido elegido en el que hacerse una idea idílica de la ciudad, mientras se abandonan edificios públicos, y se consienten calles cortadas por derrumbes en el mismo centro histórico (por ejemplo, en el cruce de la calle Juana Jugan con Argüelles donde, por cierto, hay un templo evangélico)”.