Oriol Sabata «He leído las 356 páginas del documento en el que aparecen las subvenciones otorgadas por el Ayuntamiento de Barcelona para 2020.
94.100 euros de dinero público de todos los contribuyentes a entidades religiosas. No solo es injustificable, es una vergüenza.»
No se puede entender que ayuntamientos conocidos en su día como «del cambio» por pasar a ser gobernados por organizaciones supuestamente más de izquierdas (Podemos, IU,…) o coaliciones y agrupaciones electorales constituidas al calor de los movimientos sociales del 15M mantengan la misma política confesional. Eso sí, con un toque «multiconfesional» añadiendo algunas entidades evangélicas o islámicas.