Juan Morote, exgerente de la Fundación de la Universidad Católica de Valencia, reconoció que el arzobispo Carlos Osoro le exigió “ponerse a las órdenes” de Alfonso Grau, vicealcalde de Rita Barberá
La jueza instructora del ‘caso Azud’ ha acordado el sobreseimiento provisional para ocho de los investigados en la causa. Entre ellos, Juan Morote, exgerente de la Universidad Católica de Valencia, un centro privado propiedad de la Iglesia Católica que abonó una comisión de 63.720 euros por un supuesto asesoramiento jurídico en el marco de un proyecto de hospital universitario al cuñado de la alcaldesa Rita Barberá, el abogado José María Corbín, uno de los principales investigados. Juan Morote alegó en su declaración ante la magistrada sustituta del Juzgado de Instrucción número 13 de Valencia que no tuvo ninguna intervención en la vertiente jurídica del proyecto y aseguró que fue el entonces arzobispo de Valencia, Carlos Osoro, quien le ordenó “ponerse a las órdenes” de Alfonso Grau, vicealcalde de Rita Barberá y uno de los principales cabecillas de la trama del ‘caso Azud’. Grau le presentó a Jaime Febrer, presunto corruptor de la trama, como un “empresario con mucha experiencia en el sector inmobiliario”, según reza el auto al que ha tenido acceso elDiario.es.