La propuesta de dar el nombre del cardenal Tarancón a una plaza de Oviedo fue planteada al alcalde, Wenceslao López por el padre Ángel quien en el acto de descubrimiento de la placa conmemorativa recordó el papel jugado por Tarancón al frente de la iglesia asturiana donde fue valedor de los derechos de los obreros y defensor de la justicia social al tiempo que respaldó el surgimiento de organizaciones como La Cruz de los Ángeles, impulsada por el propio padre Ángel.
El actual arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes aseguró en su intervención que es de justicia “recordar palabras de hombres buenos como Tarancón y hacer memoria de sus hechos en momentos que no eran sencillos”.
Previamente el alcalde de Oviedo Wenceslao Lopez había recordado el permanente compromiso de Tarancón con la justicia social y con el movimiento obrero en los años sesenta y evocó las visitas del entonces arzobispo a barrios humildes como El Rancho donde entonces vivía el alcalde su niñez.
La inauguración de la plaza viene a coincidir con el ciento diez aniversario del nacimiento del cardenal Tarancón que falleció en 1994.