El Arzobispado de Valencia estrenó ayer unas jornadas formativas sobre Orar cristianamente en una sociedad secular. Son los primeros actos que organiza la Comisión Diocesana para la Espiritualidad, constituida el pasado mes de febrero por Agustín García-Gasco con el objetivo de «impulsar la espiritualidad cristiana en un ambiente laico y laicista cada vez más arraigado en la sociedad del siglo XXI», según la información oficial del arzobispado.
El presidente de esta área es el jesuita Rafael de Andrés, quien ayer justificó la necesidad de «reaprender a rezar en una sociedad que pierde el sentido de lo trascendente». En declaraciones a este diario, explicó que la oración es «un acto espontáneo de los espíritus rectos, que ven que hay algún superior y acuden a él», pero en el mundo actual «el hombre se cree medio omnipotente y muy superior». De ahí, dijo, la necesidad de enseñar a rezar.