El arzobispo toledano Braulio Rodríguez ha señalado que “la educación privada que ofrece la Iglesia Católica es más barata que la pública” y ha calificado la defensa del laicismo en la educación como “un error del pasado”
El arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez, ha calificado las propuestas de los partidos políticos que apuestan por el laicismo como “una falta de libertad ciudadana bastante grande” e insistió en que acabar con la escuela concertada “sería un desastre”.
Rodríguez no dudó en hacer promoción de la educación que impone la Iglesia, y aseguró que la educación privada ofrecida por las instituciones católicas, además de ser “más barata que la pública, respeta más al conjunto de lo que es el ser humano”. El arzobispo insistió en varias ocasiones en que el Estado apueste por el modelo concertado.
Pero el arzobispo no se quedó ahí y declaró que “a los padres que optan por la concertada se les discrimina cuando pagan los mismos impuestos que los demás”, promoviendo que estos no deberían financiar a la educación pública a través de su renta.
Dicho esto, el arzobispado toledano ha pedido que “dejen de pensar” que la educación concertada “es una cosa de curas y obispos”, porque detrás de ella hay “millones” de padres, como demuestra que el 60 por ciento de los niños que estudian en colegios públicos reciban enseñanza católica, ha añadido.
En cuanto a la asignatura de religión, el “ministro de Dios” ha asegurado ver “una especie de milagro, que siendo obligatoria para los centros y libre para alumnos cada año recibe algún palito, pero sigue teniendo ese porcentaje”. Más allá de los milagros, lo que al arzobispo no le ha interesado ver son las denuncias de los padres al ver la falta de opciones que hay en algunas escuelas de primaria frente a la religión católica.
Después de pedir a los políticos que vieran la realidad que expone el Arzobispado de Toledo, les ha pedido que “no se les ningunee”, ha apuntado que la defensa de la educación pública le parece “estupendo” pero pide “no caer en errores del pasado y mejorar la situación”, además de exigir acabar con la carga ideológica de las leyes de educación.
Pide el mismo trato para la Iglesia que para Airbus o Coca-Cola
También estuvo presente el ecónomo del Arzobispado, que expuso que la concertada es “un pingüe beneficio para la administración pública”.
El ecónomo diocesano no se quedó corto, y no conforme con los múltiples privilegios que tiene la Santa Sede, ha pedido a los gobernantes que se les den a la Iglesia los mismos privilegios y facilidades que a las grandes empresas.“Queremos que cuando vamos a hablar con los alcaldes para gestionar proyectosque se nos trate como a Airbus o Coca-Cola, pues a estas empresas se les dan todas las facilidades, como suelo gratis en polígonos industriales, y se les cuida”, argumentó Anastesio Gómez.
De igual modo, ha pedido a los regidores que “no vean motivos ideológicos, porque ni los sacerdotes ni los obispos tienen hijos”. “Somos los padres los que queremos esa educación y demandamos ese servicio y la iglesia lo hace posible”, ha concluido.