El Papa Francisco ordenó la disolución de la organización, por las denuncias de abusos sexual, físico y psicológico a menores que se perpetraron al amparo del Sodalicio. La periodista Camila Bustamante, autora del libro «Siervas: el historial de abusos de las monjas sodalicias», aborda la relevancia de este anuncio, y la historia del Sodalicio en Chile.
Durante la semana, el Papa Francisco ordenó la disolución de la polémica organización religiosa peruana Sodalicio de Vida Cristiana. Esto luego de años de denuncias por abuso sexual, físico y psicológico de menores de edad, principalmente perpetrados por el fundador de la institución, Luis Fernando Figari.
La organización fue fundada en 1971, y las denuncias por abuso nacen principalmente a partir del 2000. Tuvo una gran presencia en Perú, pero también a nivel internacional, ya que extendieron sus redes por Sudamérica. Dentro de esto, también llegaron a Chile, y su influencia no fue menor.
La periodista chilena Camila Bustamante publicó en 2022 el libro “Siervas: el historial de abusos de las monjas sodalicias”, en el que aborda la presencia que tuvo esta organización en Chile, y los abusos que se cometieron bajo la organización Siervas del Plan de Dios, rama del Sodalicio en el país.
En su opinión, el anuncio del Papa Francisco “es un hito muy, muy importante. Porque ante casos de abuso o de este tipo en la Iglesia, la disolución de la organización es lo último pueden hacer, la repercusión más grave que pueda haber. Y el Papa no es que ande disolviendo instituciones así como así, porque siempre hay pasos previos, como poner un comisariato, que la fundación se reformule, se refunde, etc.”.
La escritora explica que “el Papa Francisco marca un precedente de cuando ha hablado de tolerancia cero frente a los abusos. Sabemos que en la iglesia eso es muy difícil, porque hay muchos casos que siguen ocultos”. Al respecto, Bustamante señala que la Iglesia debe explicar que va pasar con las organizaciones que nacieron del Sodalicio, como las Siervas del plan de Dios o la fraternidad mariana de la reconciliación. Ambas están investigadas por abusos.
Los orígenes del sodalicio
Según explica Camila Bustamante, en Perú el Sodalicio nace en las clases acomodadas. Muchas personas que pertenecían al mundo empresarial, al mundo político eran parte de esta, por lo tanto tenía una relevancia social relevante. “Era conocido como el Opus Dei peruano. Para que te hagas una idea de la relevancia que tenía”, comenta.
En Perú, además, al ser una institución religiosa reconocida por el Vaticano, tenía beneficios económicos, como no pagar impuestos. Esto le permitió generar altas ganancias y adquirir universidades, colegios, instituciones, organizaciones de distintos tipos.
“El Sodalicio no solamente tenía una relevancia espiritual en términos de cuánta gente seguía a la Iglesia Católica a través del Sodalicio, sino que también tenía una relevancia a nivel económico. Ese punto es importante analizarlo también desde Chile”, sostiene la autora de Siervas.
En Chile también llega a sectores acomodados del país.
“Llegó principalmente a la alta sociedad santiaguina, logrando obtener sacerdotes, monjas, consagrados que salieron de los colegios más destacados del país en su momento, del sector oriente de Santiago. No solamente gracias a eso se vinculan a familias empresarias y políticas, sino que también empiezan a participar en grandes espacios de decisión pública o de conocimiento”, cuenta Bustamante.
Su presencia en Chile
De acuerdo confirma la periodista, el gran hito del Sodalicio en Chile fue llegar a ser dueños de la Universidad Gabriela Mistral durante un periodo. .
“Creo que el Sodalicio llegue a administrar una universidad, habla de la relevancia que tiene en la sociedad chilena. Si bien en los últimos años eso ya ha ido decayendo muchísimo, sí logró tener un peak de influencia y de participación”, eso por el lado del Sodalicio mismo”, asegura.
También lograron tener influencia mediante la organización la Fundación Las Rosas.
Según comenta Camila Bustamante, “las ramas femeninas también han tenido mucha participación, por ejemplo, en la Fundación Las Rosas. Las monjas que cuidaban a los abuelos o que administraban algunos centros de la Fundación Las Rosas eran las Siervas del plan de Dios”.
En ese sentido, si bien las mayores atrocidades cometidas por la organización se cometieron en su país de origen, su presencia en Chile no fue menor. De todas formas, dado a que en el país existían otras organizaciones de mayor impacto, sobre todo en la clase alta, no lograron expandir más sus redes.
Sin embargo, Camila Bustamante concluye que el “Sodalicio vía cristiana puede a veces sonar desconocido en Chile, pero tuvo mucha implicancia”.