La Real Archicofradía de María Santísima de Araceli, de Lucena, ha celebrado en el Real Santuario de Aras este domingo su tradicional misa de ofrenda de frutos a la Virgen de Araceli, patrona de Lucena y del campo andaluz, un reconocimiento no oficial, pero que esta imagen ostenta desde tiempo inmemorial, al mismo tiempo que el que tiene sobre Lucena. La ofrenda se ha celebrado en el seno de una misa solemne flamenca, oficiada por al vicario de la Campiña, David Aguilera Malagón, párroco de San Mateo.
La ofrenda en cuestión ha estado a cargo del presidente de la Cooperativas Agroalimentarias de Andalucía y vicepresidente de Covap, Juan Rafael Leal Rubio, cordobés, natural de Villanueva de Córdoba, ligado al mundo agrario durante más de 30 años, y también vinculado al mundo cofrade de su pueblo, donde ha sido partícipe de la refundación de la hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno.
El acto ha contado con la asistencia del alcalde, Juan Pérez Guerrero; del hermano mayor de la Real Archicofradía de la Virgen de Araceli, Rafael Ramírez Luna; la camarera de la Virgen, Rosa Buendía Picó; miembros de su Junta de Gobierno, así como de responsables de numerosas cofradías de la localidad y de la Peña Flamenca de Lucena que como siempre viene colaborando en este acto, en el que se ha contado con la actuación del cantaor lucentino Antonio Nieto acompañado a la guitarra por Román Carmona.
Juan Rafael Leal Rubio ofreció a María Santísima de Araceli los frutos del campo andaluz, representados por la aceituna, la uva y el trigo y pidió a la patrona su protección para el sector agrario. Como viene siendo costumbre dentro de este año el acto ha estado marcado por un estricto protocolo por el Covid-19.
Cabe destacar las magníficas obras llevadas a cabo en el santuario, que ofrecen una accesibilidad extraordinaria, motivo por el cual multitud de fieles se acercan a su serrano templo, donde todos los domingos se celebran misas, convirtiéndose en una de las más importantes metas de peregrinación de toda la provincia.