Han estado presentes el alcalde de Córdoba, José María Bellido; la primera teniente de alcalde, Isabel Albás, y varios concejales, además del diputado de Vox, José Ramírez del Río. Igualmente representantes del Ejército, Policía Nacional y Local y Guardia Civil. Músicos de la banda del Cristo del Amor han interpretado varias marchas mientras avanzaba Jesús Sacramentado. Las cofradías han prestado escolta a lo largo del camino, cada una con dos representantes y sin estandartes.
Día del Corpus Christi insólito en Córdoba. Cuando la ciudad empieza a volver a salir a la calle tras los peores momentos de la crisis del coronavirus, la procesión eucarística se ha celebrado de forma excepcional, con muchas medidas de seguridad y sin poder salir de la Mezquita-Catedral. Pero se ha celebrado.
Ha sido una jornada histórica, no con los tintes que se piensan para este adjetivo, sino entendida como algo excepcional. No en la última hora de la tarde, la tradicional, ni en la primera de la mañana, en que se ha hecho en algunas ocasiones, sino al mediodía, y con aforo limitado.
A las 12.00 se ha iniciado la misa de la solemnidad del Corpus Christi, que ha predicado el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, en un ambiente marcado por las medidas de seguridad. Es la primera gran celebración, aunque haya tenido que contemplar todas las distancias, que se ha celebrado en el templo tras la crisis del coronavirus.
Luego ha sido la procesión, mucho más corta y reducida que las tradicionales. La custodia ha girado al salir hacia la derecha, buscando la dirección de la Puerta de Santa Catalina. El Cabildo había dispuesto en el muro norte colgaduras sacramentales. Después ha tomado a la izquierda para girar, al llegar al pie de la torre, de nuevo hacia el Arco de Bendiciones.
Hacia las 13.15 ha salido el Santísimo en la Custodia, en un momento que hubiera sido tradicional, pero que tenía tintes de excepcional por el rosario de procesiones que se han suspendido en las últimas semanas en Córdoba.