Pilar Rojo, diputada electa del PP, utiliza su discurso en un acto religioso para criticar a los alcaldes de las mareas
El compromiso laicista del gobierno municipal de Santiago que preside la marea ciudadana Compostela Aberta irrita al PP gallego. Aferrado a su decisión de mantener la corporación al margen de los actos religiosos, el alcalde, Martiño Noriega, no ha acudido este miércoles a la misa, celebrada cada 30 de diciembre en la Catedral de Santiago, con la que la Iglesia católica conmemora el traslado de los restos del Apóstol Santiago desde la antigua Jafa (Israel) hasta Galicia, aunque sí ha estado presente en una recepción institucional en la plaza del Obradoiro. La ausencia del regidor compostelano en el oficio religioso fue utilizada por la presidenta del Parlamento gallego, Pilar Rojo -una de las personas del más estrecho círculo de amistad del presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, y diputada electa por Pontevedra- para arremeter, en su discurso desde el altar, contra la decisión de los regidores de las mareas gallegas (los de Santiago, A Coruña y Ferrol) de mantenerse al margen de las cuestiones de fe.
La dirigente del PP autonómico,a quien correspondió este año representar al Rey en su discurso, reivindicó durante la misa la “tradición” y la “participación” de los cargos civiles en las citas religiosas, informa Europa Press. La todavía presidenta del Parlamento gallego calificó de “privilegio” poder hablar desde el altar y “apoyar la labor sociocultural que se hace desde esta Catedral para todo el planeta”. Rojo apeló a la Constitución para descalificar la ausencia del regidor compostelano en el acto asegurando que el “espíritu constitucional” se basa en el principio de “la ausencia de confesionalidad” que, en su opinión, difiere del concepto de laicismo, “un principio que no contempla la Carta Magna”.
“La Constitución obliga a los poderes públicos en su artículo 16.3 a tener en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y a cooperar con las distintas confesiones, entre las que cita expresamente a la Iglesia católica”, reprobó la presidenta del Parlamento gallego a los alcaldes electos por las las candidaturas de unidad popular.
Noriega replicó a la acusación de la representante del PP tirando de retranca. Tras precisar que había cumplido con su obligación institucional ofreciendo una recepción municipal en el Ayuntamiento,“que es la casa del pueblo”, y tras recordar que asumía la decisión de su gobierno de separar lo institucional de lo religioso, el alcalde le recordó a la representante del PP que debería afearle la misma conducta al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y al portavoz popular en el Ayuntamiento de Santiago, ausentes ambos en el mismo acto.
La delegada regia en la conmemoración del traslado de los restos del Apóstol agradeció a Felipe VI su “preocupación e interés” por el “fenónemo del Xacobeo” con el que, aseguró, “tenemos una deuda que no hay que olvidar, tampoco por parte de los poderes públicos”. Junto a ello, reclamó “unidad y consenso” para hacer frente “al radicalismo” y a la “ley del miedo” del terrorismo y pidió al Apóstol Santiago “protección” para los refugiados, al tiempo que reclamó ayuda para acabar con la “inadmisible” discriminación de la mujer “reducida en ocasiones a mero objeto”. Tras aludir al terrorismo que tildó de “lacra del siglo XXI”, Rojo precisó que “la libertad religiosa no puede verse vulnerada por interpretaciones violentas de ciertas ideas, interpretaciones que particularmente agreden a los cristianos” y reclamó que los derechos sociales “no se vean menguados por la intransigencia y el radicalismo”.