Que el alcalde de Compostela Aberta, Martiño Noriega mantenga una clara separación entre la administración municipal y la religión está provocando algunas críticas de sectores confesionales que no le perdonan que haya de dejado de asistir a las ofrendas al Apóstol Santiago o que no subvencione la Semana Santa, ni asista a actos religiosos. Algo que algunos medios informativos están promoviendo ante la proximidad de las nuevas elecciones municipales. Y ello a pesar de que el Ayuntamiento organiza la cabalgata de Reyes y mantiene un Belén municipal «oficial», eso sí, instalado en la iglesia de San Fiz. El Correo compara lo que llaman «hostilidad» de Martiño con la actitud de Manuela Carmena en Madrid, que con el amparo de Podemos, otorga 100.000 euros a un encuentro de jóvenes cristianos, asiste a actos religiosos,…
Así EL CORREO da voz a quienes han querido denunciar la «hostilidad» del regidor de Santiago hacia «todo aquello que tiene que ver con la Iglesia compostelana», a pesar de tratarse de «uno de los pilares fundamentales» de esta ciudad y de toda Galicia. «Esta es la ciudad del Apóstol Santiago y eso no lo puede cambiar Martiño Noriega ni nadie de su equipo, por mucho que traten de quitarle protagonismo o miren para otro lado cuando a algo relacionado con la Iglesia se refiere», señalaba uno de los compostelanos que se puso en contacto con esta Redacción para comentar sus sensaciones.
El propio exregidor y candidato del PSdeG a la alcaldía, Xosé Sánchez Bugallo, lamentaba en una entrevista que publicó este periódico, el pasado día 31 de diciembre, la actitud del gobierno de Compostela Aberta en lo que se refiere al respeto a la historia de la ciudad. «El alcalde no puede ignorar la historia de la ciudad. Tiene que estar en la Ofrenda del Apóstol. ¡Es que no puede permitir que presida la Ofrenda otro que no sea él!», subrayaba Sánchez Bugallo, antes de remarcar que la ciudad es como «una especie de castillo de naipes: si quitas los de abajo se derrumba todo. La ciudad surge a partir del descubrimiento del Apóstol y después se monta todo. El alcalde no puede renunciar a eso. Tiene que representar a todos los ciudadanos de Santiago y la historia de la ciudad. Otra cosa es su conciencia privada».
Pero más allá de los símbolos y gestos, algunas voces críticas lamentan que la capital de Galicia también pierde oportunidades por el «laicismo, que no laicidad», del gobierno local. Así, denuncian el «sectarismo» de Noriega, que «no le deja mirar más allá». Y en este contexto le comparan con otros regidores de España que, de igual ideología política que Noriega, «actúan con sentido común y pensando en el beneficio de sus ciudades y el bienestar de sus vecinos».
Un ejemplo es el de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, que gobierna al amparo de Podemos. El Ayuntamiento de Madrid puso en marcha el pasado diciembre, junto con la Delegación de Juventud de la Archidiócesis de Madrid, un dispositivo especial para el desarrollo del Encuentro de Jóvenes de la Comunidad Taizé, una reunión que concentró en la capital del Reino a unos 15.000 cristianos de toda Europa entre el pasado 28 de diciembre y el 1 de enero. A la eucaristía central asistió Marta Higueras, primera teniente de alcalde, en representación de la alcaldesa Manuela Carmena.
Además, el Ayuntamiento editó 13.000 ejemplares de un mapa de Madrid, con la señalización de las iglesias donde se realizaron los encuentros juveniles, plano de metro, teléfonos de asistencia y direcciones de las parroquias donde se hicieron los talleres y rezos. Lástima que en Santiago no exista ni de lejos este apoyo.