En una mañana de sol, que no hacía presagiar lo que fue la tarde de este jueves, en torno a la iglesia de Santiago de las Caldas niños y mayores esperaban la salida en procesión del Apóstol, apodado como “hijo del trueno”. Unos a la sombra, otros dentro de la iglesia o en su balcón exterior y, los más valientes, al duro sol. “Son do barrio pero por distintas circunstancias nunca puden acudir a esta procesión ata este ano” comentó una de las vecinas del barrio. “É un símbolo de cohesión do barrio e é importante para todos”.
La procesión estuvo presidida por representantes de la Diputación, como Rosendo Fernández, o de la ciudad, como el alcalde Gonzalo Pérez Jácome, salió seguida de los vecinos pontinos. Maripaz señaló que “es un día muy importante para los que somos muy pontinos es imposible no salir de casa y venir aquí”.
Al regreso, la Real Banda de Gaitas hizo un pasillo al Apóstol para recibirlo en su templo.