No fue por la excelsa actuación del Aula Coral Infantil Municipal, durante la misa, que también. Ni por los 650 euros del aguinaldo, que a las Madres Concepcionistas no les vienen mal. Ni siquiera por el descubrimiento de la nueva placa que en la esquina de las escalerillas honra la memoria de los hijos de Casa Benito y de Muebles El Condado. No. Fue por todo.
La festividad de la Inmaculada Concepción se convirtió en un homenaje a quienes hacen del día a día la mejor fiesta de la capital. Lo fue para las heroínas anónimas que visten de celeste en el convento fundado en 1516 por la hija de los Condes de Luna y que recibió a una novicia de Albacete procedente de Cuenca como novedad sin par: «Ya llevamos tres hermanas nuevas en seis meses, esto es como para no creerlo», aseguró la madre superiora tras las rejas desde las que recibió el tradicional sobre que el Ayuntamiento aporta cada año a la economía de su congregación.
Tenían tres actos más programados en la tarde de ayer. Lo dijeron cuando ya la comitiva municipal había dando cuenta del ágape y de la mistela que calentaron las gargantas para entonar ‘El camino que lleva a Belén’ con buen solfeo pero lejos de la exhibición vocal que habían dejado los niños de la Coral en la iglesia.
En lo que fue «la plaza del Pan», como rememoró Maxi Cayón (cronista oficial de la ciudad), se descubrió una placa que el alcalde había prometido el año pasado a los continuadores de la labor que Casa Benito y Muebles El Condado abrieron años ha y que sus descendientes continúan. «Gracias sencillas y de corazón. Los sitios los hacen las personas», dijo el nieto de Benito, que descubrió un secreto a los pies de la hornacina de la Inmaculada: «Si alguien quiere tener una hija, que le traiga flores a la virgen».
Trajo a colación Cayón el pasaje histórico del 7 de junio de 1810, cuando 150 leoneses combatieron contra 1.000 soldados de guarnición franceses. En un lance, un coracero acometió a los de León por el pasadizo de la escalerilla y en la caída murieron caballo y caballero. La tradición leonesa atribuye a la virgen tamaño milagro y convirtió la esquina en casa de la Inmaculada. No hacía falta. León es un milagro diario en sí…