La primera en salir de las dos hermandades rocieras de la capital ha iniciado hoy su peregrinar al encuentro con la Blanca Paloma. La Hermandad de Emigrantes ha salido este miércoles de su Casa Hermandad, a las 9.00 horas, tras la misa de romeros oficiada por su capellán, José Manuel Barral.
La comitiva ha discurrido por las siguientes calles: Paseo de La Glorieta, rotonda Bar Patrón, Unión Europea, Costa de la Luz, Guardia Civil, Cristóbal Colón, Paseo Independencia, Plaza La Merced, San José, Puerto, Plaza Quintero Báez, Pablo Rada, San Sebastián, Avenida de Andalucía, calle Marismeños, calle Pablo Ruiz Picasso, Galaroza, calle Los Milanos, calle Blanca Paloma, calle Beas, calle Galaroza, Federico Molina, Alameda Sundheim y Plaza del Punto. Este año, de manera excepcional y a petición de la hermandad como consecuencia de las obras en la Plaza de Las Monjas, el acto de despedida en el Ayuntamiento se traslada a esta plaza, junto al monumento la Virgen del Rocío, en el que se ha ubicado un escenario para la ocasión.
El monumento a la Virgen del Rocío es el escenario de la ofrenda floral por parte del alcalde en funciones, Gabriel Cruz, al Simpecado de la Hermandad de Emigrantes. Un acto que ha tenido lugar a las 11.00 horas y que ha contado con la actuación del Coro Voces del Conquero y de la Banda Sinfónica Municipal, que entonarán la tradicional Salve Rociera.
Tras la ofrenda floral, la Hermandad ha continuado su camino por la Avenida de Italia, Avenida de la Ría, calle Víctor Fuentes Casas, Doce de Octubre, calle Sanlúcar de Barrameda, Avenida Hispanoamérica, Avenida del Decano y Punta del Sebo. La comitiva ha estado a las 12.30 horas en Comandancia de Marina y a las 13.00 horas en la Punta del Sebo.
Plan especial de limpieza
De otro lado, el Ayuntamiento ha activado un plan especial de limpieza con motivo de la salida de las hermandades de la capital hacia El Rocío, que tiene como finalidad restaurar la normalidad en las calles para evitar molestias a los ciudadanos nada más pasar la última carreta, desinfectando las calzadas y eliminando el olor característico que dejan a su paso los animales.
Para ello, el Ayuntamiento ha establecido un dispositivo en el que han trabajado una quincena de trabajadores, con cuatro barredoras, tres cisternas baldeadoras llenas de agua con desinfectante y un furgón de apoyo, que acompañan a las hermandades onubenses hasta la salida de la capital.