El funeral ha contado con la asistencia de numerosos representantes institucionales, entre ellos, el alcalde de Córdoba, José María Bellido (PP), el presidente de la Diputación, Antonio Ruiz (PSOE), la subdelegada del Gobierno, Rafaela Valenzuela (PSOE), y el delegado del Gobierno de la Junta, Antonio Repullo (PP).
A todos ellos se han sumado diputados por Córdoba, así como representantes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y del Ejército, además de la Universidad de Córdoba.
La ceremonia ha concluido con una fotografía conjunta, tras la que ha sonado del himno de España y un fuerte aplauso de los asistentes. En este caso, el aforo estaba reducido a 400 personas.
En su homilía, Fernández también ha anotado que «la vida tiene otros sentidos y la muerte no es la última palabra». «La persona es un ser para la vida, hemos nacido para vivir, es un saldo y un precio que tenemos que pagar, no es inútil, sino que nos abre de par en par las puertas de la vida eterna», ha anotado.
También ha aludido al trabajo de las instituciones públicas durante estas semanas, a las que ahora que llega la desescalada ha recordado que «todos tenemos que colaborar para ayudar y que nadie se quede en la cuneta de la vida» y, por eso, «trabajemos todos por la paz, la convivencia y el progreso».