El alcalde Joan Ribó (Compromís) no acudió a este segundo acto de la jornada, como tampoco ha acudido a ninguno de las fiestas de la Patrona de la ciudad de Valencia y su Reino. Las Falleras estuvieron en el templo acompañadas por el concejal suplente del presidente de la Junta Central Fallera, Carlos Galiana (PSOE).
El pistoletazo de salida de las fiestas de Fallas se dio con el acto de la”crida”,que las Falleras Mayores de Valencia, Consuelo Llobell (Mayor) y Carla Garcia (Infantil) realizan desde lo alto de las históricas Torres de Serranos ante miles de falleros y falleras y en presencia de las primeras autoridades.
Previamente, el alcalde Joan Ribó les entregó las llaves de la ciudad. La crida es la tradicional invitación que se hace a propios y extraños para asistir y participar en las fiestas que llenan por completo el calendario de marzo noche y día y que están dedicadas a san José, patrón del Gremio de Carpinteros, origen de las populares jornadas festivas.
Posteriormente, las Falleras Mayores y sus Cortes acudieron como es tradicional a la Real Basílica de Nuestra Señora de los Desamparados a hacer una ofrenda de flores, siendo recibidas por el obispo auxiliar Arturo Ros, en ausencia del cardenal arzobispo, Antonio Cañizares, que se encontraba en Madrid. El prelado felicitó a las representantes del pueblo valenciano, agradeció la visita, pidió por ellas y la fiesta y recibió los ramos de flores ofrendados. Al final se cantó el Himno de la Coronación y se lanzaron los vítores de costumbre.
Durante el ejercicio fallero, las Falleras Mayores acuden en tres ocasiones a los pies de la Virgen: cuando nombradas, el día de la crida y el día del desfile de la Ofrenda de Flores por el centro de la ciudad. En la primera jornada, suben al camerino a besar su mano. La imagen de la Virgen de los Desamparados no falta en ningún casal de las comisiones falleras.
