En una mañana reciente de domingo en la iglesia de Elmbrook, una megaiglesia evangélica no denominacional de Brookfield, Wisconsin, Jerry Wilson reflexionaba sobre el asunto lejano de su voto en 2024.
“Va a ser un republicano, pero no sé quién”, comentó.
En 2016 y 2020, votó por Donald Trump. “Logró mucho por los cristianos, por los evangélicos”, afirmó Wilson, de 64 años. Sin embargo, “tiene muchos atributos negativos y hacen que te detengas a pensar, ¿sabes? Me gustaría ver qué tienen que ofrecer los otros candidatos”.