Si el juez Clarence Thomas se sale con la suya, los derechos abortivos serán solo los primeros en caer en Estados Unidos.
Si el juez Clarence Thomas se sale con la suya, los derechos abortivos serán solo los primeros en caer en Estados Unidos.
El juez conservador del Tribunal Supremo emitió el viernes una opinión sobre la sentencia del caso Dobbs contra la Organización de Salud de la Mujer de Jackson, que anula el derecho constitucional de las estadounidenses al aborto.
Thomas declaró que los jueces también deberían reconsiderar otros casos que giran en torno al derecho a la intimidad personal, concretamente los casos que protegen el acceso a la anticoncepción y las relaciones entre personas del mismo sexo.
“En futuros casos, deberíamos reconsiderar todos los precedentes de este Tribunal sobre el debido proceso sustantivo, incluyendo Griswold, Lawrence y Obergefell”, escribió Thomas.
Estos casos han estado durante mucho tiempo en el punto de mira de los conservadores, que se burlan de la idea de que exista un derecho constitucional a la privacidad. Por su parte, el juez Samuel Alito asegura que la sentencia del caso Dobbs no implica en absoluto que los conservadores quieran ir tras esos otros derechos. Incluso se burló de la disidencia de los magistrados liberales por comparar “el derecho al aborto y los derechos reconocidos en Griswold (anticonceptivos), Eisenstadt (anticonceptivos), Lawrence (conducta sexual con un miembro del mismo sexo) y Obergefell (matrimonio entre personas del mismo sexo)”.
“Esto está diseñado para avivar el temor infundado de que nuestra decisión va a poner en peligro esos otros derechos”, denuncia.
Pero queda claro tras leer la opinión del propio juez Thomas qese temor está muy basado en la realidad.
Jim Obergefell, el demandante principal en el caso del matrimonio entre personas del mismo sexo y actual candidato a la Cámara de Representantes estatal de Ohio, criticó duramente a Thomas y sus comentarios sobre la igualdad matrimonial.
“Clarence Thomas es un juez del Tribunal Supremo nombrado por otros humanos, no es una Deidad Suprema”, expuso en un comunicado. “Hay millones de parejas enamoradas que tienen derecho a la igualdad matrimonial para formar sus propias familias y que no necesitan que Clarence Thomas les imponga su retorcida moral individual. Si quiere ver un error de juicio, Clarence Thomas, mírese en el espejo”.
Ya hay varios políticos republicanos que se han pronunciado por el mismo camino que Thomas, diciendo que les gustaría anular casos como los de Griswold y Obergefell, y dejando caer la posibilidad de una ley que restrinja la anticoncepción.
Este artículo fue publicado originalmente en el ‘HuffPost’ Estados Unidos y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.